En redes sociales, han proliferado casos violentos o prepotentes de "lords" y "ladies", como "Lord Michoacana", que exigen control del espacio público
Ciudad de México.- En los últimos días, se han multiplicado en redes sociales los episodios protagonizados por quienes han recibido el apodo irónico de “lord” o “lady”. Son personas que, en público, se desbordan sin contener sus emociones ni considerar las consecuencias. No se trata necesariamente de gente adinerada; cualquiera con actitudes prepotentes y un celular puede convertirse en viral.
Un ejemplo reciente es el caso bautizado como “Lord Michoacana”, donde un hombre fue captado gritando e intimidando a un vendedor ambulante en la colonia Santa María la Ribera.
A pesar de que el comerciante tenía permiso legal para trabajar en la vía pública, el agresor exigía su retiro, se negó a dialogar, y al ver resistencia, llamó a la policía con tono altanero. Las escenas, captadas por vecinos, mostraron el miedo que generó, incluso entre los hijos del vendedor.
Este episodio se suma a una larga lista de conductas similares: desde choques violentos en estacionamientos hasta abusos verbales en comercios, pasando por discriminación y confrontaciones públicas. Las etiquetas “lord” y “lady” se han convertido en una forma de visibilizar esos actos intolerantes que eludimos o normalizamos en otros contextos.
Lo irreverente y preocupante es cómo estas acciones captadas en pocos segundos generan una ola de juicio público instantáneo, convirtiendo a los protagonistas en figuras del escarnio colectivo. Sí, hay gracia y viralidad, pero también hay una denuncia social latente, estos casos reflejan desigualdad, impunidad y una forma desmedida de ejercer poder incluso cuando no se tiene.
Información de Excélsior