“Shark Tank México” vivió uno de los momentos más sorprendentes de su historia cuando el influencer Jezzini presentó un supuesto proyecto llamado Freudchella, un “festival terapéutico” que prometía ser la solución para que miles de personas tuvieran acceso fácil y divertido a la psicología.

Con una presentación detallada, Jezzini comenzó explicando los problemas de acceso a la terapia en México, argumentando que Freudchella resolvería esos problemas mediante terapias colectivas en un ambiente similar a un festival de música.

Los tiburones escucharon con interés, pero pronto comenzaron a mostrar incomodidad e incredulidad. Marisa Lazo, una de las inversionistas, expresó su preocupación sobre los riesgos de tratar problemas psicológicos serios en un entorno tan informal.

La discusión se tornó cada vez más tensa, con varios tiburones señalando lo peligroso que podía ser el enfoque del proyecto, hasta que Jezzini reveló la verdad.

¡Todo había sido una broma!

El influencer desveló que su presentación era parte de una divertida farsa planificada junto con la producción del programa, lo que tomó por sorpresa a los tiburones y provocó reacciones encontradas entre ellos.

Mientras algunos de los inversionistas se relajaron y rieron, Marisa Lazo fue una de las más afectadas por la broma, expresando su preocupación por la naturaleza del tema, no obstante, estaba riendo al respecto.

Jezzini explicó que su intención era crear una situación inusual y llevar a los tiburones a cuestionarse la seriedad del proyecto, usando elementos absurdos como el “ninfo-dog” o la “Freud-chela” para añadirle un toque humorístico a su presentación. Aunque no obtuvo inversión (ya que no era un proyecto real), Jezzini se ganó la simpatía de los tiburones y dejó claro que era un gran fan del programa.

El falso pitch de Jezzini no solo fue una broma bien ejecutada, sino también una lección sobre la importancia de abordar temas delicados, como la salud mental, con responsabilidad y profesionalismo. Al final, los tiburones le agradecieron por la divertida experiencia, aunque Marisa dejó en claro que, de haber sido real, jamás habría apoyado un proyecto tan arriesgado.

Con información de El Imparcial