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Hallan en Perú fósil casi completo de delfín marino de hasta 12 millones de años

Pertenece a la especie Lomacetus y fue hallado en el árido yacimiento fósil del desierto de Ocucaje

Pertenece a la especie Lomacetus y fue hallado en el árido yacimiento fósil del desierto de Ocucaje
Excelsior
ZOCALO | MONCLOVA
09-17-2025
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Un equipo de paleontólogos peruanos presentó este miércoles un hallazgo que vuelve a colocar al país andino en el mapa mundial de la paleontología: el esqueleto fósil de un delfín marino de entre 8 y 12 millones de años de antigüedad, encontrado en el árido desierto de Ocucaje, al sur de Lima.

El fósil, de 3.5 metros de longitud y en un notable estado de conservación, pertenece a la especie Lomacetus, un cetáceo poco estudiado que habitó las aguas del océano Pacífico durante el Mioceno, un periodo que se extendió entre hace 23 y 5 millones de años. Según los investigadores, este espécimen comparte características con las marsopas o “chanchos de mar” que aún nadan en las costas peruanas.

La presentación se realizó en la sede del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) y estuvo encabezada por el paleontólogo Mario Gamarra, quien destacó que se trata de uno de los esqueletos más completos recuperados en la zona.

“Contar con un fósil en estas condiciones nos permitirá realizar estudios más detallados sobre la biología de esta especie: cómo nadaba, qué dieta tenía o cuánto tiempo podía vivir”, explicó.

Mario Urbina, otro de los investigadores asociados al hallazgo y reconocido por sus aportaciones a la paleontología en Perú, subrayó la importancia del desierto de Ocucaje como un verdadero “paraíso fósil”.

“Hace millones de años, esta zona era un mar que funcionaba como un gran hotel natural al que acudían diferentes especies para reproducirse. La geografía, con montañas paralelas a la costa, generaba condiciones únicas que favorecieron la vida marina”, comentó.

 

Testimonio de un océano perdido

 

Los especialistas recordaron que la región formaba parte de una cuenca marina activa durante más de 45 millones de años. Con el paso del tiempo, los movimientos tectónicos y los cambios climáticos transformaron ese antiguo lecho marino en el desierto actual, donde la arena conserva restos milenarios.

El geólogo César Chacaltana destacó que los fósiles de Ocucaje ayudan a reconstruir la evolución de la geografía costera del país.

“Este hallazgo nos da pistas claras de que los límites de la costa actual no siempre fueron los mismos. Hace ocho millones de años, el clima, el relieve y la línea de costa eran completamente diferentes”, indicó.

 

Un cementerio marino en Perú

 

Ubicado entre 330 y 350 kilómetros al sur de Lima, el desierto de Ocucaje es considerado uno de los yacimientos paleontológicos más importantes del mundo. En distintas expediciones se han encontrado fósiles de ballenas enanas de cuatro patas, tiburones prehistóricos, tortugas gigantes y delfines de río, como el cráneo de un ejemplar que habitó la Amazonía hace 16 millones de años y que fue presentado en 2024.

Cada hallazgo, señalan los especialistas, amplía la comprensión de la biodiversidad marina del Mioceno y revela cómo estas especies se adaptaron a transformaciones ambientales extremas. En enero de este mismo año, otro equipo del Ingemmet dio a conocer los restos de un pariente del tiburón blanco de unos nueve millones de años, también encontrados en la cuenca de Pisco.

 

Relevancia científica y cultural

 

El descubrimiento del Lomacetus abre nuevas posibilidades para investigaciones en paleontología, geología y biología evolutiva. Además, refuerza el papel de Perú como un centro clave para el estudio de especies marinas fósiles.

“Este tipo de hallazgos no solo nos permiten conocer mejor la historia natural de nuestro país, sino también entender cómo los ecosistemas marinos han respondido a los cambios ambientales a lo largo de millones de años”, agregó Gamarra.

El fósil será sometido a análisis exhaustivos antes de ser exhibido al público. Se espera que, al igual que otros descubrimientos de Ocucaje, pase a formar parte de las colecciones de museos nacionales y se convierta en una pieza clave para la divulgación científica y la educación sobre el patrimonio natural del Perú.

El hallazgo del fósil de Lomacetus en el desierto de Ocucaje se suma a una serie de descubrimientos que consolidan a esta zona del sur del Perú como uno de los depósitos paleontológicos más importantes de América del Sur. Según registros del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet), más del 60% de los fósiles marinos hallados en Perú durante las últimas dos décadas provienen de esta región, cuya formación geológica pertenece principalmente a la llamada Formación Pisco, caracterizada por sedimentos marinos del Mioceno y Plioceno.

Este fósil en particular contribuye al limitado conocimiento que se tiene sobre el género Lomacetus, un delfín extinto de la familia Kentriodontidae, considerada como un grupo intermedio en la evolución de los odontocetos modernos. Aunque los primeros registros de Lomacetus datan de hallazgos en Norteamérica, su presencia en el Pacífico Sur sugiere una distribución más amplia de la especie y plantea interrogantes sobre rutas migratorias antiguas y patrones de dispersión durante el Mioceno.

De acuerdo con el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), el Mioceno medio (hace entre 15 y 11 millones de años) estuvo marcado por un importante evento de calentamiento global conocido como el Climático Óptimo del Mioceno Medio, lo que habría generado condiciones más cálidas y estables para la vida marina en latitudes medias y tropicales, como las del actual Perú. Este contexto climático favoreció una gran diversidad de mamíferos marinos, incluidos cetáceos, sirenios y tiburones.

Cabe señalar que en 2024, investigadores del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) presentaron el cráneo de un delfín de río prehistórico (Pebanista yacuruna), también hallado en Ocucaje, que se estima vivió hace 16 millones de años. Este fósil, junto con el Lomacetus, representa un testimonio clave para reconstruir la transición ecológica de cetáceos marinos a fluviales, un fenómeno que ha sido poco documentado en Sudamérica.

En términos de conservación, el desierto de Ocucaje enfrenta desafíos importantes. Expertos del Ingemmet han advertido sobre la vulnerabilidad del sitio ante el saqueo de fósiles y la expansión urbana informal. En 2022, se propuso la creación de una zona paleontológica protegida en colaboración con el Ministerio del Ambiente, pero hasta la fecha el proyecto permanece en evaluación. La protección legal del área permitiría asegurar la preservación del patrimonio fósil y facilitar el desarrollo de investigaciones científicas de largo plazo.

 

 

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