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Día del músico: ¿La música que escuchas como símbolo de estatus?

En el día del músico aprovechamos para cuestionar un tema que vemos muy presente en la actualidad, en qué momento la música empezó a ser vista como un símbolo de estatus.

En el día del músico aprovechamos para cuestionar un tema que vemos muy presente en la actualidad, en qué momento la música empezó a ser vista co
Animal Político
ZOCALO | MONCLOVA
11-22-2025
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La música nos acompaña en diferentes etapas de nuestra vida, desde lo más intimo como duelos, y relaciones hasta lo mas cotidiano como las fiestas, los trayectos en transporte público, las madrugadas de trabajo y hasta las primeras veces que sentimos que el mundo se nos abre o nos pesa.

Y aunque es una forma de expresión artística que resulta muy humana y profunda, esto que compartimos incluso antes de tener lenguaje acabó por convertirse en un medidor social.

De este modo un “qué escuchas” que termina definiendo “quién eres”. Hoy 22 de noviembre se celebra el Día del Músico, y aprovechando la fecha, te invitamos a reflexionar y mirar hacía esa realidad incómoda: cómo la música que debería ser un refugio, se ha usado para marcar distancia, crear jerarquías y dividir en lugar de reunir.

¿Qué es la música?

Definir qué es la música nunca ha sido sencillo.

Es un concepto amplio, flexible y profundamente influido por la época y la cultura. Por eso por ejemplo, una misma canción puede significar cosas completamente distintas para ti y para tus abuelos, o para ti o alguien que vive a miles de kilómetros de ti: lo que tú logras leer, sentir o interpretar por tu contexto, tus referencias y tu momento de vida no necesariamente es lo que los demás perciben.

La música no es un concepto fijo ni universal.

Se transforma, se reinterpreta y se resignifica con cada generación y cada contexto, por esto lo que en algún momento fue visto con desprecio hoy se mira con admiración, por ejemplo, el Jazz en su momento fue margina o inferior por las  barreras sociales y raciales contra los músicos afroamericanos que lo crearon, sin embargo, hoy escuchar Jazz es algo de buen gusto, incluso de estatus.

El gusto como credencial

A muchos nos han repetido que ciertos géneros “valen más” que otros, que hay música “de verdad” y música “que no aporta nada”, como si existiera una escala moral o intelectual para algo tan emocional y diverso. Y no hace falta ir muy lejos: en los últimos años hemos sido testigos de cómo géneros como el urbano, el reguetón o el regional mexicano se convierten en blanco de prejuicios, mientras otras propuestas se elevan como sinónimo de élite, academia o “buen gusto”.

Lo que a simple vista parece solo una opinión estética es, en el fondo, un clasismo silencioso: una forma de descalificar lo popular, lo que nace en las periferias, lo que surge de contextos que incomodan a quienes han dictado históricamente qué es “cultura” y qué no o en este caso lo que es y no música.

Así, el gusto musical dejó de ser solo gusto. Se transformó en una credencial. En un marcador.

Entonces, lo que compartes en plataformas, las playlists cuidadosamente curadas, los conciertos a los que puedes pagar por asistir, incluso los géneros que decides defender o rechazar, funcionan como un marcador de estatus. Como una forma de decir “estoy aquí y no allá”.

Volver a lo esencial: escuchar sin jerarquías

Si hoy celebramos a músicos y músicas, vale preguntarnos qué significa realmente valorar su trabajo. ¿Es aplaudir lo que está de moda? ¿Es solo el concierto sold out? ¿O es abrir el oído a lo que nos incomoda, a lo que no entendemos, a lo que proviene de otras realidades?

Tal vez celebrar este día implique sacudirnos la idea de que la música es un medidor social.

Regresarla a donde nació: a la emoción compartida, al ritmo que todos entendemos, a la voz que alguien decidió alzar porque tenía algo que decir, no porque buscaba validación.

Reivindicar la música como un lenguaje libre y no como un símbolo de estatus es, en sí mismo, un acto político.

Un recordatorio de que lo valioso no está en cuánto cuesta un boleto o en cuántos géneros conoces, sino en lo que una canción es capaz de mover dentro de ti.

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