Algunas de las flores más comunes de esta temporada son el cempasúchil, pero para llevar al panteón también se han muy populares las calas, crisantemo
Ciudad de México.- Por la celebración del Día de Muertos, muchas personas acostumbran visitar a sus familiares en los panteones, no sin antes llevar un ramo de flores, en esta temporada el cempasúchil predomina entre los sepulcros porque simboliza algo especial, pero esta costumbre de llevar flores a los cementerios o en los funerales cuando se va a sepultar a un ser querido, se remonta hasta nuestros antepasados y hoy es algo que predomina hasta nuestros días.
Algunas de las flores más comunes de esta temporada son el cempasúchil, pero para llevar al panteón también se han muy populares las calas, crisantemo, lycoris radiata, lirios, rosas. Y si algo predomina de estas flores es su delicioso aroma. Antiguamente el potente olor de ellas era fundamental durante los velorios y sepulturas.
El cempasúchil, por ejemplo, desde la época prehispánica los mexicas lo asociaban con el sol y lo colocaban en las tumbas, pues creían que guardaba la tibieza del día y por su fuerte aroma guiaba a los muertos. Ahora se usa para adornar la ofrenda, simboliza la bienvenida y todavía se cree que su aroma hace que las almas de los muertos puedan llegar hacia los altares.
La flor de 20 pétalos como también se le conoce, llena de color y aroma muchos hogares en el Festejo de Día de Muertos. El uso del cempasúchil se mantiene hasta nuestros días como parte de nuestra identidad nacional a lo largo y ancho del país, pero todas la flores antes mencionadas son muy importantes.
El origen de llevar flores al cementerio se remonta a varias culturas antiguas, en ese entonces, se percataron que era una buena forma de disimular el olor fétido que las personas empezaban a generar después de morir. Hace un par de siglos no se acostumbraba colocar a los difuntos en ataúdes, su cuerpo era velado y exhibido entre sus conocidos y familiares hasta que se llevaba a un sepulcro.
En ocasiones estos funerales duraban hasta tres días, por lo que el olor empezaba a ser mucho más fuerte con el paso de los días. Algunas flores tenían un potente olor y ayudaba a que predominara el olor natural de ellas y no el del difundo. En muchas culturas indígenas, las flores se utilizaban en rituales funerarios para honrar a los ancestros y asegurar su protección en el más allá. Así fue cómo poco a poco las personas empezaron a llevar flores como símbolo de empatía.
En nuestros días, llevar flores al cementerio es una costumbre que se ha transmitido de generación en generación y tiene múltiples significados. Familiares y allegados llevan al velorio y a la sepultura enormes ramos y arreglos florales regularmente en color blanco para mostrar alguno de estos simbolismos:
Respeto y homenaje: las flores son un símbolo de respeto y homenaje hacia los difuntos.
Símbolo de vida y renacimiento: representan la vida, el renacimiento y la belleza.
Amor y recuerdo: son un símbolo de amor y recuerdo hacia los seres queridos que han fallecido.
Ambiente y aroma: Las flores pueden crear un ambiente acogedor y tranquilizador en el cementerio.
Símbolo de consuelo: Las flores pueden ser un símbolo de consuelo para los familiares y amigos que están de duelo.
Información por El Heraldo de México