Cónclave se convierte en una obra particularmente simbólica y reveladora, que invita al público a reflexionar sobre lo que sucede detrás de los muros más enigmáticos del mundo católico.
La muerte del Papa Francisco ocurrida este lunes ha marcado un antes y un después en la historia reciente del Vaticano. En una coincidencia impactante, la película Cónclave, nominada al Oscar y protagonizada por Ralph Fiennes, presenta un escenario muy similar: la muerte de un papa y el complejo proceso de elección de su sucesor.
La cinta, dirigida por Edward Berger, retrata los dilemas internos que surgen tras el fallecimiento del líder de la Iglesia católica, destacando tensiones políticas, ideológicas y personales entre los cardenales que deben elegir al nuevo pontífice. Fiennes interpreta al cardenal decano Thomas Lawrence, encargado de guiar un proceso lleno de secretos y decisiones trascendentales.
Cuando el rodaje comenzó hace un año, nadie imaginaba que el Papa Francisco fallecería aún en funciones. La película, que explora los posibles debates que ocurren dentro del cónclave, ahora parece más actual que nunca. En entrevistas recientes, Berger mencionó: “Papa Francisco, le deseo lo mejor. En nuestra película analizamos la elección de un nuevo papa, que es muy secreta… pero no sabemos exactamente qué sucede durante el cónclave”.