Este concepto volvió a llamar la atención a raíz de los comentarios hechos por Susana Zabaleta en contra de Belinda, pero lleva varios años rondando en internet
Vivimos en una era en la que las redes sociales amplifican ciertas conductas femeninas que históricamente han sido invisibilizadas o naturalizadas. Una de ellas es el fenómeno conocido como pick me girl: mujeres que, de manera consciente o no, priorizan la validación masculina a toda costa, incluso si esto significa humillar o despreciar a otras mujeres.
Es así como el término "pick me girl" o simplemente "pick me" se refiere a una mujer que busca la aprobación de los hombres a expensas de otras mujeres, a menudo minimizando a sus pares femeninas para parecer más atractiva, "diferente" o "menos problemática" que las demás. La idea central es la búsqueda desesperada por ser "elegida" o "escogida" (pick me, en inglés) por los hombres, al mismo tiempo que se internalizan y reproducen estereotipos patriarcales.
Aunque este fenómeno no es nada nuevo, el concepto sí lo es y se popularizó hace algunos años en redes sociales, cuando distintas usuarias comenzaron a denunciar actitudes y comentarios que reflejaban esta conducta. Según un artículo de The Guardian, estas chicas suelen usar frases como "no soy como las otras chicas", "me llevo mejor con los hombres que con las mujeres", o critican comportamientos femeninos tradicionales para destacar y diferenciarse.
El fenómeno pick me no surge en el vacío ya que forma parte de una larga historia en la que la sociedad patriarcal ha promovido la rivalidad femenina como mecanismo de control social. Durante siglos, las mujeres fuimos socializadas para competir por recursos como el matrimonio o la atención masculina, todo esto dentro de un sistema donde el poder y el privilegio están en manos de los hombres.
De acuerdo con la investigadora feminista Bell Hooks en su libro "The Will to Change" (El Deseo de Cambiar, 2004), el patriarcado "fomenta la enemistad entre mujeres, fragmentando la sororidad y desviando la energía de las mujeres para que compitan en lugar de apoyarse mutuamente", por lo que la figura de la pick me girl es una manifestación contemporánea de esta rivalidad forzada.
Ahora bien, en una era digital como la que vivimos actualmente estas dinámicas suelen amplificarse, pues la aprobación se mide en likes y seguidores, por lo que la validación masculina toma un papel aún más fuerte cuando en dichas plataformas se incentiva la competencia entre mujeres y se reproducen discursos tradicionales.
Mujer que compite con otras mujeres para ganar la atención masculina, a menudo haciendo comentarios auto-degradantes o que invalidan a otras mujeres, perpetuando así divisiones y rivalidades femeninas que benefician a las estructuras patriarcales, define el portal BBC News.
Si bien para algunas mujeres puede resultar evidente cuando otra persona está teniendo actitudes de "pick me girl", no es un comportamiento que llegue a ser reconocido fácilmente debido a la misoginia internalizada que todas tenemos. De esta forma, te comparto algunos puntos que suelen identificar las actitudes de una pick me, pero no para juzgarte o condenarte socialmente, sino más bien como una invitación a la deconstrucción y a dejar de perpetuar comportamientos dañinos para las mujeres.
No obstante, es importante recordar que no eres una pick me solo por tener gustos o aficiones que no encajan con lo que se considera "femenino", por llevarte bien con hombres o por no seguir ciertas normas de feminidad. La clave no está en lo que haces, sino en por qué lo haces, por lo que si tus decisiones y preferencias vienen de un lugar auténtico no estás actuando como una pick me.
Este término se refiere a actitudes que buscan validación a costa de otras mujeres, no a ser diferente o tener intereses propios. Si te reconoces en varias de estas cosas, puede que estés cayendo en este comportamiento, pero lo importante es que identificarlo es el primer paso para cambiarlo.
Y si te haz identificado con ello, no te castigues ya que reconocerlo no significa que seas una mala persona, pues todas las mujeres hemos crecido con mensajes machistas que nos condicionan y desaprenderlos lleva tiempo. Lo importante es reflexionar con honestidad sobre tus motivaciones: ¿estás buscando aceptación a través de la comparación o diferenciación?
En lugar de eso, trabaja en construir tu autoestima desde quién eres realmente y en apoyar a otras mujeres en vez de verlas como competencia y recuerda que nadie debería sentirse presionada a bajar su valor o a competir con otras personas para ser querida o respetada.