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4 consejos para conducir con nieve, hielo o lluvia

Las escuelas de conducción avanzada amplían el aprendizaje de los conductores y ofrecen recursos para salir de situaciones extremas.

Las escuelas de conducción avanzada amplían el aprendizaje de los conductores y ofrecen recursos para salir de situaciones extremas.
Grupo Zócalo
ZOCALO | MONCLOVA
12-23-2022
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Ciudad de México.- Aprobar el examen para obtener la licencia de conducir no implica que ya seamos expertos en conducción. “Las autoescuelas hacen un magnífico trabajo, pero es un proceso en el que no da tiempo a profundizar más. Una vez tienes la licencia, es aconsejable que te formes ya a otro nivel», recomienda Salvador Navarro García, monitor de los centros de conducción avanzada del RACC. “La autoescuela te enseña normas de circulación y te prepara para conducir por la vía pública, que ya es muy importante. En las escuelas de conducción avanzada, en cambio, se enseña cómo funciona un coche y qué tiene que hacer un conductor a nivel físico para dirigirlo», apunta a su vez Marc Gutiérrez Cabanes, director técnico de Técnicas Automovilísticas de Conducción (TAC).

Es en escuelas como las citadas donde se aprende a conducir en las condiciones menos favorables. Estas son, dejando al viento de lado, aquellas en las que el agarre es menor. «El asfalto en buenas condiciones y seco es la situación más favorable para el vehículo, mientras que el hielo es la superficie que más desliza», asegura Gutiérrez. «En el hielo, la distancia de frenado aumenta siete veces con un neumático normal», añade por su parte Nacho Ruiz, fundador de Auto Rescate 4×4, empresa especializada en rescates y en la formación de conducción y que trabaja, entre otros, con personal de la ONU, de la Unión Europea y de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

La misma base para todas las superficies

Pese a que conocer el contexto y los condicionantes con los que vamos a conducir es un hábito preventivo muy recomendable, los tres expertos consultados coinciden en lo mismo: la base de la conducción en situaciones adversas es la misma para todas las superficies.

Ruiz considera fundamental ser eficientes en la conducción: «Si viene una bajada, -explica-, dejo de acelerar, de igual forma que en ciudad no aceleramos si vemos que hay un semáforo en rojo». Esta máxima cobra más importancia si cabe en superficies con poco agarre. «Es esencial que los movimientos sean suaves, da igual si es arena, barro, nieve o hielo: no entramos en una pista de patinar dando pasos rápidos y largos, sino cortos y seguros. Con el coche, lo mismo: anticipación y suavidad», aconseja.

La anticipación permite, por ejemplo, no abusar del freno, pero en situaciones de emergencia no queda otra que pisarlo. En este sentido, Navarro hace hincapié en que «frenar fuerte en un suelo deslizante no es peligroso porque todos los coches están equipados con sistemas ABS, lo peligroso es el volantazo». Otra cosa muy distinta es lo que tarde el coche en frenar en función de la superficie.

“En el tema de la conducción, la suerte no debe influir ni lo más mínimo. Todo debe ser consciente y controlado. Tú eres el director de la sinfonía en todo momento y por eso hay que aprender unas técnicas”, describe Gutiérrez. “En determinados lugares, es fundamental saber cómo y dónde te metes porque nos estamos jugando la vida”, asevera Ruiz. Por ello, «los cursos no te quitan el carnet», concluye Navarro, animando a que las personas se formen en conducción avanzada a título personal sin esperar un regalo o a que su empresa contrate uno de estos cursos para sus empleados, ya que lo ganado en seguridad bien lo vale.

Cuatro consejos útiles

1. La presión de los neumáticos. En pisos deslizantes es útil bajar la presión de los neumáticos. «Bajando presiones de los neumáticos consigues dos cosas: el efecto esquí, es decir, que haya el mismo peso pero mayor superficie de contacto y mayor flotabilidad, y que se deforme el neumático, de manera que se va autolimpiando, expulsando el material que se queda en el taco», explica Nacho Ruiz.

2. Tipo de neumático: para un conductor que no suele salir del asfalto, además de insistir en el control preventivo del estado de los neumáticos, Salvador Navarro recomienda montar «neumáticos de cuatro estaciones, que son versátiles para distintas condiciones, como la nieve o la lluvia, y pueden circular sin llevar cadenas».

3. Material de recuperación: Nacho Ruiz aconseja llevar siempre un kit de recuperación si vamos a circular por pisos adversos como el barro o la nieve. «La idea es poder ser tú mismo la grúa. Simplificando, para ello, recomiendo tres materiales estrella: una eslinga, que es una cuerda elástica para pegar un tirón de un vehículo a otro, o si se puede, incluso dos, una de cinco metros y otra de diez; una pala y un tablón, que puede ser una plancha de desatasco específica o un tablón de madera de tres dedos de grosor», dice el experto.

4. Depósito lleno. Sobre todo si circulamos por carretera en invierno, Salvador Navarro recomienda llevar siempre el depósito con la mitad de su capacidad como mínimo. «Llevarlo lleno mejora la adherencia de las ruedas traseras, y además estaremos asegurando que, si nos quedamos atrapados, podremos mantener el coche arrancado toda la noche para combatir el frío», explica. Además, Navarro considera vital llevar en el coche «líquido anticongelante para el limpiaparabrisas, que suele ser el gran olvidado; que no lleve agua para que no se congele», concluye.

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