Jared Wolfe, de 46 años, fue procesado este martes en una audiencia preliminar por los cargos de asesinato en primer y tercer grado, así como dos cargos de agresión agravada, entre otros delitos.

De acuerdo con los reportes judiciales, el sujeto fue arrestado el día del crimen luego de haber admitido ante las autoridades que había disparado a su novia Jane A. White, de 47 años. Dos oficiales testificaron que el acusado les dijo que aquel día él y su pareja habían ido a la casa de un amigo, en donde fumaron lo que parecía ser marihuana.

Paranoia fuera de control

En el lugar, Wolfe colocó un “medidor de actividad paranormal” (posiblemente un detector de campos electromagnéticos) contra una estatua y afirmó que la “lectura alta” que arrojó el aparato lo asustó, por lo que decidió ir a su auto a por un arma.

“Jared Wolfe declaró que pensó que Jane White [y los amigos] estaban tratando de matarlo y comérselo, por lo que entró en pánico y salió corriendo de la casa para buscar su pistola de su vehículo”, afirmó el oficial Trey Kurtz en la declaración, citada por la revista People.

En el coche, el acusado agarró el arma y la cargó con una bala, momento en que fue sorprendido por su pareja, que abrió la puerta delantera. En ese momento, Wolfe le disparó al pecho en lo que dijo ser un acto de defensa propia, puesto que pensaba que estaba siendo perseguido. La mujer murió en el lugar a causa de la herida sufrida.

El sospechoso agregó que después del tiroteo se dirigió a la casa de un familiar, en donde se llamó a la Policía de inmediato. Cuando se le preguntó por qué no le prestó ayuda a su novia, con quien mantenía una relación desde hacía siete años, el hombre dijo que se encontraba “demasiado confundido“.

Con información de RT