Radio en vivo

mon_divider

El primer año de Javier Díaz en el Saltillo ingobernable

Saltillo, por el carácter de su gente, es una ciudad ingobernable...

Saltillo, por el carácter de su gente, es una ciudad ingobernable...
Luis Carlos Plata
ZOCALO | MONCLOVA
12-07-2025
Regresar

Saltillo, por el carácter de su gente, es una ciudad ingobernable aunque llegar al poder municipal es un fenómeno ambiguo: difícil y fácil a la vez.

Es muy complicado acceder al mando debido a la desafección política de sus habitantes, quienes no suelen involucrarse en los asuntos públicos, de tal forma que puedan incidir en ellos para cambiar el estado actual de las cosas (algunos podrán considerar que lo anterior obedece a una conformidad con el status quo, válida y respetable, y por tanto no ha surgido esa necesidad espontánea y mayoritaria de reivindicar o modificar el rumbo).

Y es muy factible, por otro lado, sólo si el emblema y la organización estructural del partido dominante te designan su abanderado (situación que no es asequible a cualquiera, por lo demás). Como comprar el boleto ganador, en los hechos.
Luego está la pregunta trascendental: para qué quiere alguien administrar el Municipio, partiendo de una premisa: un Gobierno, cualquiera, en tres años, no puede cambiar la idiosincrasia de la comunidad ni reescribir su destino. “Hacer historia”, como le llaman los pretensiosos.

A punto de concluir su primer año en el cargo, al Alcalde de la capital de Coahuila, Javier Díaz, se le percibe ubicado en esa idea (que es, a su vez, la de cualquier mandato trianual pero pocos entienden). Las intervenciones de su administración se enfocan en volver más habitable la ciudad en un sector determinado, no en reinventar el agua tibia. Hay una gestión dinámica; por lo regular una cuadrilla visible haciendo algo (rehabilitaciones, mantenimiento, limpieza, reparaciones) en los cuatro puntos cardinales (no sólo en el norte, como ha sucedido en la mayoría de administraciones del pasado y con justa razón se critica).

En Saltillo, aceptémoslo, acción social no hay salvo contadas excepciones. Nada funciona. Todo está descoordinado, descuadrado, movido. A propósito, o sin él. Mucha gente circulando en automóvil al mismo tiempo genera una percepción de dinamismo y pujanza que no corresponde con la realidad.

Un parámetro para identificar la vida en El Valle de las Montañas Azules, son los conflictos entre vecinos, una constante que se ubica muy por encima de la media nacional de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del INEGI. Cochista por excelencia, el principal inconveniente que identifican los ciudadanos en ese contexto urbano son los baches, como tantas otras metrópolis que ven lo mismo por un asunto de imitación.

La convivencia, ha quedado claro, es agreste. Por ello se requiere trabajo en tiempo presente. No proyecciones a futuro ni vivir del pasado. En vísperas de su primer informe, Javier Díaz ha entendido ese rol: no busca problemas donde no los hay; se le votó para resolver, gestionar, agilizar, solucionar. Es la antítesis del funcionario chairo boquiflojo. Serendipia.

En tiempos de individualismo y megalomanía, donde lo único que a otros importa es ‘ganar la narrativa’, un elemento visible se incorporó al espacio público durante su gestión: las rutas del programa de transporte denominado “Aquí vamos gratis”, cuestionadas en su día por desconocimiento a lo nuevo pero cada vez con mayor demanda conforme se asienta su presencia en el paisaje, pues al saltillense novedoso por naturaleza le complementa otro perfil de personalidad en la sociedad: el ultramontano y reticente, quien necesita cierta observación continua de las cosas para convencerse de que sí existen y sí funcionan, entonces puede hacerle un favor a la comunidad usándolas o siendo parte de ellas. Una vez pasado el periodo de prueba y consolidación, se vuelven dignas de su valiosa presencia. Máxime si son gratuitas (o precisamente por ello).

Cuando por momentos pareciese que nada sucede, y el horizonte gris de construcciones inacabadas y anarquía tolerada en la propiedad privada se queda inmóvil y suspendido en el vacío, las únicas en circulación han sido las unidades de pasajeros en sus tiempos de frecuencia invariables. Lograr eso, en solo tres meses de operación, es un punto superlativo a su favor.

Otro elemento que se ha incorporado en el último año al inventario de infraestructura municipal, es el caudal de agua potable. En la superficie no se ve que sumar pozos al sistema de distribución -como no se hacía desde hace dos décadas pese a existir la necesidad- significa no sólo un evidente mayor abastecimiento, sino un tema vital.

Cortita y al pie

No existe una metrópoli habitada por un millón de personas exenta de problemas sociales. Ni Saltillo ni ninguna otra del país lo está. La diferencia estriba en que la capital de Coahuila muestra trabajo, no ideología (aunque esto, por sí mismo, ya es ideología). No se pretexta. No se repiten consignas ni dogmas de fe. No se intoxica a la población con cortinas de humo. No se polariza. No se inventan enemigos imaginarios para distraer la atención de la opinión pública, escurrir el bulto y evadir responsabilidades.
La última y nos vamos

Por lo pronto, Javier Díaz tendrá el honor de presidir el Municipio durante los festejos por el aniversario 450 de Saltillo.

Después, las circunstancias dirán.

Videos en Tiktok