Inició ayer otro proceso electoral en Coahuila y, con él, hablando en plata, nulas expectativas populares respecto de este.
Inició ayer otro proceso electoral en Coahuila y, con él, hablando en plata, nulas expectativas populares respecto de este.
A escasos días de comenzar el maratón Lupe-Reyes, y en el marco de un año mundialista que tiene a México por anfitrión, amén de los factores intrínsecos de la elección intermedia, por excelencia de baja participación debido a los escasos incentivos que provee a los ciudadanos, en el horizonte no se vislumbran razones para pensar que será diferente a los anteriores. El comportamiento electoral, por lo demás, es una ciencia exacta.
Este año, no obstante, sucedió un fenómeno particular: vía la mano del Congreso del Estado de mayoría aliancista (PRI+PAN+PRD) pero a propuesta de terceros facilitadores (UDC y Partido Verde), se pretendía iniciar la partida con un gambito, al mover pieza en un contexto controlado y con conocimiento de causa, para obligar a los adversarios, en apariencia descontrolados, a responder la jugada en un corto plazo de tiempo y sorprenderles fuera de base.
Dicho en otras palabras: reformaron el Código Electoral a fin de que Morena y PT tuviesen sólo 15 días a partir del inicio del proceso electoral para definir su convenio de coalición, o sea, hasta el 15 de diciembre, y presentarlo al árbitro, con el antecedente de que suelen llegar tarde y mal a esa cita. Ya en 2020 y en 2021, por ejemplo, Morena no logró coaligarse con otros partidos entonces para las elecciones locales, gracias a errores técnicos y de procedimiento insólitos como llevar el documento físico sin las firmas necesarias horas después del cierre del registro a las oficinas del IEC, por la madrugada.
En esta ocasión, sin embargo, los partidos de supuesta izquierda se adelantaron y guiados desde la Ciudad de México ya definieron candidatos para los 16 distritos locales donde se votarán diputados de mayoría, reservando cinco posiciones para el PT, con quien los guindas han fraguado ya un punto de acuerdo pese a ser en la práctica enemigos íntimos que mucho daño se han hecho entre ellos con anterioridad.
Difícilmente factores exógenos romperán ese interés mutuo en lo sucesivo y así llegarán a las boletas.
Por si fuera poco, la Suprema Corte de Justicia del Acordeón (antes de la Nación) resolvió el pasado 24 de noviembre una acción de inconstitucionalidad y dejó la reforma electoral antes mencionada parcialmente sin efectos (o sea una parte continúa y otra se desecha), y con ello el término para formalizar alianzas permanece como estaba anteriormente: hasta el 31 de enero de 2026.
Además, en el tablero nacional, el PAN deliberó semanas atrás romper por cálculo político su matrimonio con el PRI, el cual había iniciado por conveniencia en 2021, y su Comité Ejecutivo Nacional asumió la facultad exclusiva para definir eventuales alianzas, dejando sin voz ni voto a los órganos estatales que, como en el caso de Coahuila, ya eran parte del inventario del tricolor.
Ello supone que, lo que se daba por hecho al inicio, es decir, una unión entre PRI-PAN y un divorcio entre Morena-PT, resultó al revés, por lo menos momentáneamente, y hoy, al iniciar el proceso electoral local en la entidad, el PRI y el PAN van individualmente por su cuenta, mientras los guindas y petistas están amarrados. Victoria pírrica, aunque victoria al fin. El primer punto del set.
Queda, sin embargo, el resto del partido.
Cortita y al pie
No se reducen tampoco de 45 a 30 días los periodos de campaña, ni de 25 a 20 los de precampaña, como había sido aprobado, lo cual incidía en detrimento de candidatos no populares y partidos sin recursos ni organización, y favorecía, por consecuencia, a quienes disponen de mayor publicidad a su favor en temporadas donde no hay proselitismo oficial.
Por lo demás, no es la primera vez que la Corte echa abajo una legislación coahuilense en la materia, emanada de una mayoría priísta, debido a un deficiente proceso legislativo (o al menos esa es la justificación esgrimida). Sucedió en la primera semana de 2023, en vísperas de la elección de Gobernador, cuando entre otras cosas eliminó la disposición que obligaba a postular mujeres exclusivamente como candidatas a Gobernadora en 2029.
La última y nos vamos
Diferentes motivaciones actuaron en uno y otro momento. En los tiempos que se viven, obedece a dos posibles respuestas: o tienen muy malos abogados y asesores, en concreto el Sindicato “Luis Efrén Ríos” de Trabajadores al Servicio del Estado, o la influencia que hubo en su día en la Ciudad de México se diluyó y ahora, como es de dominio popular, la Corte es totalmente Morena.