Estados Unidos.- Un niño de 10 años de edad fue rescatado por elementos de la policía estatal de Texas durante el Día de Acción de Gracias, luego de ser abandonado por “coyotes” en una zona desolada, informó el portal New York Post.

El menor es originario de El Salvador y solo llevaba consigo un telefono celular cuando cruzó hacia Maverick, Texas.

El pequeño, entre lágrimas, contó a los agentes estatales que buscaba reunirse con sus padres, quienes habían llegado a Estados Unidos previamente y confiaron en coyotes para que lo llevaran con ellos. El teniente del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Christopher Olivarez, compartió un video del menor en la plataforma X, destacando este caso conmovedor.

La región fronteriza ha sido un punto crítico para el ingreso de niños migrantes no acompañados. Recientemente, las autoridades de Texas encontraron a una niña salvadoreña de dos años que cruzó junto a otros 60 menores sin compañía. El video de su entrevista con un oficial de Texas, en el que explicó que sus padres también estaban en Estados Unidos, se volvió viral, generando una fuerte indignación por la crisis en la frontera.

“Mientras muchos celebramos el Día de Acción de Gracias en familia, recordemos que miles de niños no tendrán esa oportunidad. Están atrapados en circunstancias desesperadas debido a las condiciones en la frontera, enfrentando explotación y peligros durante su travesía hacia Estados Unidos”, expresó Olivarez, describiendo esta situación como desgarradora.

Desde el inicio de la administración Biden, más de 529 mil niños migrantes han cruzado la frontera, según cifras oficiales. Un informe de vigilancia publicado en agosto reveló que el gobierno federal perdió el rastro de aproximadamente 320 mil menores que realizaron este angustiante viaje sin la compañía de sus padres.

Una vez en Estados Unidos, los agentes de la Patrulla Fronteriza transfieren a los menores al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), la institución encargada de evaluar a sus patrocinadores. Sin embargo, Tara Lee Rodas, excolaboradora del programa del HHS, denunció que el proceso de verificación es extremadamente superficial.

Solo hacemos una llamada telefónica al supuesto patrocinador. No verificamos su identidad en persona, no realizamos pruebas de ADN y entregamos a los niños con un simple papel que indica a dónde deben ir. Nadie cuestiona nada”, declaró Rodas.

“Alarmantemente, algunos de estos patrocinadores han resultado ser miembros de pandillas o traficantes sexuales y laborales. “Esto es una vergüenza para nuestra nación”, añadió.

Olivarez calificó la situación como “alarmante” y señaló que las autoridades estatales no tienen claridad sobre el destino final de muchos de estos menores ni sobre lo que enfrentan durante su travesía.