El buque mexicano permanecerá de uno a dos meses para reparaciones. En semana y media, primer reporte preliminar de las causas del percance.
Nueva York.- Las reparaciones del Buque Escuela Cuauhtémoc de la Armada de México iniciaron formalmente este fin de semana en los astilleros navales de Brooklyn, tres semanas después del percance que sufrió con un puente al tratar de abandonar la bahía de Nueva York, hecho que le costó la vida a dos marinos mexicanos y dejó al menos 22 heridos.
Personal de seguridad del astillero de la empresa GMD, a donde fue trasladado el buque el fin de semana, indicaron a MILENIO que los trabaos ya se han iniciado, pero evitaron dar más detalles al no estar autorizados para dar declaraciones con medios. El paso a la zona se encuentra restringido para el público.
De acuerdo con estimaciones hechas por las autoridades neoyorquinas, los trabajos de reparación podrían extenderse de uno a dos meses, dependiendo el grado de afectación de los equipos internos del buque mexicano.
John Andrechik, capitán en jefe de la Guardia Costera de Estados Unidos para el sector Nueva York, explicó en una conferencia de prensa que es el Gobierno de México quien costeará tanto la ocupación del astillero por el tiempo que sea necesario, así como los trabaos de reparación que correspondan.
El funcionario destacó que la maniobra de traslado del buque escuela desde el muelle 36 en Manhattan, donde estuvo atracado luego del choque con el Puente de Brooklyn, requirió una planificación de tres semanas para que se desarrollara con máxima precaución y prevenir otro incidente.
Con la solidaridad y unión que nos caracteriza como Institución, acompañamos a los cadetes y tripulación del Buque Escuela Velero Cuauhtémoc en el reencuentro con sus seres queridos.
— SEMAR México (@SEMAR_mx) May 19, 2025
Asimismo, hemos seguido los protocolos establecidos para llevar a cabo la repatriación de los… pic.twitter.com/GBAnSv31qJ
“Este esfuerzo es la culminación de tres semanas de preparación, en las que trabajamos en estrecha colaboración con el capitán y la tripulación del barco, con inspectores marinos y con expertos en grandes veleros, para garantizar una operación segura”, dijo el referido funcionario.
La operación de traslado del Cuauhtémoc a los astilleros navales de Brooklyn, y que fue cubierta por cadenas de televisión locales, contrastó notablemente con la que se intentó realizar el día del percance, cuando un solo buque remolcador sin ningún tipo de amarre intentó dirigir al navío mexicano.
Esta vez participaron cuatro buques remolcadores quienes resguardaron el movimiento del navío mexicano con la supervisión de dos helicópteros que monitorearon la operación, la cual inició a las 7 de la mañana del viernes. Todo el traslado tuvo una duración de aproximadamente 75 minutos, tiempo en el que además se suspendió la operación de los ferris que operan en el Río de Este.
De forma paralela a los trabajos de reparación del buque continúan las investigaciones en torno a las circunstancias en que ocurrió el percance del pasado 17 de mayo. La Agencia Nacional para la Seguridad del Transporte (NTSB) de los Estados unidos coordinará aun algunas supervisiones en el astillero donde se encuentra el navío.
Cabe recordar que, de acuerdo con lo informado por las propias autoridades de la NTSB, la indagatoria avance en varios niveles. Por un lado, se analizan las causas del aparente fallo mecánico que sufrió el buque lo que le impidió, de forma autónoma, revertir la inercia de marea y viento que lo llevó a colisionar con el puente.
A su vez, se indaga la forma en como fue maniobrado el buque mexicano tanto por los practicantes y piloto de la propia bahía de Nueva York que estaban a cargo de su dirección, así como por el propio de la Secretaría de Marina. Sumado a ello se revisan las operaciones de asistencia que debió recibir el navío a cargo de la empresa operadora del único remolque que lo asistió.
Se prevé que en aproximadamente semana y media las autoridades de la NTSB lleven a cabo una nueva conferencia de prensa para dar a conocer un primer reporte preliminar de la causa o causas que provocaron el percance del Buque Escuela Cuauhtémoc, aunque la investigación completa y las recomendaciones que se emitan tomarán aproximadamente un año.
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El Brooklyn Navy Yard, nombre en inglés de la zona de patios y astilleros que serán el hogar del buque de la Secretaría de Marina mexicana durante las próximas semanas, representa para la ciudad de Nueva York un símbolo histórico de trabajo y resistencia en sus más de 200 años de existencia. Se trata de uno de los astilleros más antiguos y a su vez más relevantes de los Estados Unidos.
La presencia de buques militares en sus astilleros no es un hecho extraño. Por el contrario, por sus talleres y astilleros han pasado embarcaciones históricas como el USS Monitor, un revolucionario buque de guerra construido en 1862 con una torreta giratoria que para quel entonces era una innovación, y que jugó un papel fundamental en la Guerra Civil de los Estados Unidos.
El apogeo del Brooklyn Navy Yard ocurrió en la Segunda Guerra Mundial. En este período, el astillero se convirtió en un gigante industrial que operaba 24 horas al día, 7 días a la semana, empleando a más de 70 mil personas en su punto álgido, incluyendo a miles de mujeres que se unieron a la fuerza laboral en un esfuerzo bélico sin precedentes.
Fue aquí donde se construyeron y botaron algunos de los barcos de guerra más famosos de la historia estadunidense, incluyendo el acorazado USS Missouri (BB-63), a bordo del cual se firmó la rendición incondicional de Japón que puso fin a la guerra. Otros buques notables construidos en sus gradas incluyen el USS Arizona (BB-39), hundido en el ataque a Pearl Harbor, y el USS Maine (ACR-1), cuya explosión en La Habana en 1898 fue un catalizador de la Guerra Hispanoamericana.