La homeopatía, la cual se practica en México desde 1850, es un sistema de medicina alternativa que consiste en administrar en dosis mínimas las mismas sustancias parecidas a las que se trata de combatir. Se usa para prevenir, aliviar o curar enfermedades con componentes de origen mineral, vegetal o animal y, en ciertas ocasiones, artificiales.

El día fue elegido debido al nacimiento de su creador, el médico alemán Samuel Hahnemann, quien nació un 10 de abril de 1755. Su idea era básicamente que “lo similar cura lo similar” convirtiéndose así en una práctica terapéutica natural, ahora reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una opción para el cuidado y bienestar de las personas. 

El gremio médico tiene sus suspicacias acerca de la homeopatía, pero mucha gente la ve como una opción más natural en comparación con el medicamento convencional, pues se toma en cuenta los problemas de salud del paciente, su constitución física y emociones para cada tratamiento homeopático, el cual es personalizado. 

Los medicamentos homeopáticos son distintivos, pues son como ‘chochos’ con olor a alcohol llamados glóbulos, guardados en envases de color obscuro; aunque se pueden encontrar en otras formas como comprimidos, jarabes, pomadas, entre otros.