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Felipe Hernández, un comerciante de 65 años, muere tras sufrir golpiza de su hijo mayor: lo habría instigado su madre

Una tragedia familiar escaló a noticia mundial en Murcia

Una tragedia familiar escaló a noticia mundial en Murcia
El Heraldo
ZOCALO | MONCLOVA
08-05-2025
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Una tragedia familiar escaló a noticia mundial en Murcia, España, cuando Felipe Hernández Medina, un comerciante de 65 años de edad, fue asesinado a golpes a manos de su hijo mayor, Felipe H. R.

Las imágenes captadas por la cámara de seguridad de su tienda, Tejidos Hernández, muestran cómo el agresor, de 35 años y licenciado en Derecho y Administración de Empresas, propinó una paliza mortal a su padre en apenas un minuto, mientras su hermana Rosario, de 29 años y médica residente, observaba sin intervenir

Este incidente, ocurrido el pasado 19 de julio, destapó años de conflictos familiares, denuncias ignoradas y un presunto patrón de maltrato orquestado, según la familia, por la exesposa de la víctima, quien presuntamente nunca superó su separación y que el ahora occiso se hubiera vuelto a casar.

El día del asesinato, alrededor de las 10:45 de la mañana, Felipe hijo y Rosario entraron casi corriendo en la tienda familiar situada en el número 61 de la Calle Mayor. Las grabaciones revelan cómo el joven atacó a su padre sin mediar palabra, golpeándolo con puñetazos y patadas hasta dejarlo desplomado en el suelo. 

Rosario, presente durante la agresión, realizó gestos con los brazos, pero no intentó detener a su hermano ni auxiliar a su padre, lo que provocó su imputación por omisión del deber de socorro. Tras la golpiza, Felipe padre logró salir tambaleándose, con el rostro ensangrentado, y pidió ayuda a gritos: “Mis hijos me han pegado”. 

 

Aún cruzó la calle, antes de desplomarse frente a un local comercial y, pese a los intentos de reanimación de vecinos y personal de emergencia, falleció a las 11:42 horas. La autopsia, aún en curso, determinará si la causa directa fue los golpes o un fallo cardíaco relacionado con su marcapasos y su tratamiento con anticoagulantes.

Tras su muerte, la viuda de Felipe denunció públicamente que el comerciante sufrió durante años “un maltrato abusivo y desmedido” a manos de sus hijos, un comportamiento que, según su comunicado del 31 de julio, fue dirigido por su exesposa, Rosario, inspectora de Hacienda. 

“Felipe fue víctima, durante años, de un maltrato abusivo y desmedido por parte de sus hijos, que ni siquiera él mismo llegó a comprender del todo”, se lee en el texto firmado por su pareja, Toñi, y su hermano José. 

Los hijos, influenciados presuntamente por su madre, llegaron a desearle la muerte en encuentros en la calle, un odio que habría escalado hasta el fatal desenlace. “Sus hijos le veían por la calle y le deseaban la muerte”, señaló José Hernández, citado por el diario El País, quien acusa al sistema judicial de no haber protegido a su hermano pese a las múltiples denuncias presentadas.

Las tensiones familiares se remontan a la separación de Felipe y Rosario en 2012, tras la cual el comerciante cedió casi todos sus bienes, que consistían en 13 o 14 inmuebles, a sus cuatro hijos y su exesposa mediante una sociedad llamada Jopichusa. Según su abogado, Eduardo Simó, Felipe conservó únicamente dos plazas de garaje que alquilaba por 50 euros, quedando prácticamente despojado de su patrimonio. 

Las denuncias de Felipe contra sus hijos, que incluyen robosinsultosagresiones y acoso, se acumulan en una decena de expedientes. Entre los episodios más graves, se cuenta un ataque de ansiedad provocado por amenazas como “no vamos a parar hasta que te pase algo” y el robo de su teléfono móvil dos semanas antes de su muerte. 

A pesar de solicitar órdenes de alejamiento en tres ocasiones, estas no fueron concedidas, lo que la familia considera un fallo del sistema. 

El conflicto se agravó, según los allegados, cuando Felipe comenzó una nueva relación con Toñi y mostró públicamente su felicidad, algo que habría exacerbado el rencor de sus hijos.

La familia sostiene que la exesposa influyó en la alienación parental de los hijos. El comunicado familiar subraya: “Las terribles imágenes que se han hecho públicas en los últimos días hablan por sí solas, siendo un reflejo del acoso, el odio y la violencia que sufrió Felipe en silencio y con profundo dolor”.

 

Tras el crimen, Felipe hijo fue detenido en la casa familiar de Archena y permanece en prisión provisional acusado de homicidio. Su hermana Rosario, que se entregó voluntariamente tras visitar a una amiga, está en libertad provisional con la obligación de comparecer quincenalmente. 

En sus declaraciones, el joven reconoció haber golpeado a su padre “dos o tres puñetazos” sin intención de matarlo, mientras que su hermana alegó que acudieron a la tienda para discutir sobre las plazas de garaje. Ambos han mencionado supuestos maltratos infantiles por parte de Felipe padre, aunque no hay denuncias que lo corroboren. 

La investigación, liderada por el Juzgado número 1 de Molina de Segura, incluye el análisis de sus teléfonos para esclarecer si la agresión fue premeditada, lo que podría aumentar la pena.

 La familia exige justicia y que los responsables no se beneficien de los bienes heredados. “No queremos interferir en el trabajo de la justicia, en la que confiamos plenamente. Sólo pedimos que los hechos sean investigados con rigor”, se lee en el comunicado. 

 

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