Las tensiones entre las dos Coreas se han intensificado desde mayo, cuando el régimen de Kim Jong-un comenzó a enviar globos cargados de basura.
Corea del Norte.- Corea del Norte lanzó una acusación contra Corea del Sur, afirmando que aviones no tripulados surcoreanos ingresaron a su espacio aéreo para lanzar folletos de propaganda sobre Pyongyang. Según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Norte, estos vuelos habrían ocurrido entre el 3 de octubre y el jueves de esta semana, y advirtió que si estos incidentes se repiten, habrá una respuesta militar severa.
El régimen norcoreano considera que estos presuntos vuelos violan su soberanía y amenazan su seguridad, catalogándolos como una “provocación peligrosa”. Además, enfatizó que las tensiones podrían escalar rápidamente hacia un conflicto armado si los drones surcoreanos vuelven a ser detectados sobre territorio norcoreano. “El seguro de nuestro gatillo ya ha sido liberado”, advirtió el comunicado del ministerio, sugiriendo que están listos para una respuesta militar inmediata.
Por su parte, Corea del Sur emitió una vaga respuesta a las acusaciones. El ministro de Defensa surcoreano, Kim Yong-hyun, afirmó ante el parlamento: “No hemos hecho eso”, sin ofrecer detalles adicionales sobre la situación. Kim tampoco aclaró si se refería a drones militares o a dispositivos civiles que pudieran haber cruzado la frontera. En un comunicado posterior, el Estado Mayor Conjunto surcoreano declaró que no podía confirmar la veracidad de las acusaciones norcoreanas, pero advirtió a su vecino del norte que evitara actuar de manera imprudente.
El régimen norcoreano considera que estos presuntos vuelos violan su soberanía y amenazan su seguridad, catalogándolos como una “provocación peligrosa”. Además, enfatizó que las tensiones podrían escalar rápidamente hacia un conflicto armado si los drones surcoreanos vuelven a ser detectados sobre territorio norcoreano. “El seguro de nuestro gatillo ya ha sido liberado”, advirtió el comunicado del ministerio, sugiriendo que están listos para una respuesta militar inmediata.
Por su parte, Corea del Sur emitió una vaga respuesta a las acusaciones. El ministro de Defensa surcoreano, Kim Yong-hyun, afirmó ante el parlamento: “No hemos hecho eso”, sin ofrecer detalles adicionales sobre la situación. Kim tampoco aclaró si se refería a drones militares o a dispositivos civiles que pudieran haber cruzado la frontera. En un comunicado posterior, el Estado Mayor Conjunto surcoreano declaró que no podía confirmar la veracidad de las acusaciones norcoreanas, pero advirtió a su vecino del norte que evitara actuar de manera imprudente.
“Si la seguridad de nuestros ciudadanos se ve amenazada de alguna manera, nuestro ejército responderá con represalias severas y exhaustivas”, indicaron las autoridades surcoreanas.
Corea del Norte ha mostrado históricamente una gran sensibilidad a cualquier crítica, particularmente hacia su régimen autoritario y la dinastía de los Kim. Las tensiones entre las dos Coreas se han intensificado desde mayo, cuando el régimen de Kim Jong-un comenzó a enviar globos cargados de basura y otros desechos hacia Corea del Sur en represalia por los activistas surcoreanos que lanzaron globos con folletos de propaganda antinorcoreana.
En respuesta a esta campaña, el ejército surcoreano utilizó altavoces en la frontera para transmitir propaganda y música K-Pop hacia el norte. Estas campañas de guerra psicológica han incrementado las fricciones entre ambos países, ya tensadas por las pruebas de misiles y las continuas amenazas de Corea del Norte de un conflicto nuclear.
El viernes por la noche, los Jefes Conjuntos de Corea del Sur emitieron un comunicado advirtiendo a los ciudadanos que tuvieran cuidado con cualquier objeto que cayera del cielo, después de confirmar que el norte había lanzado más globos hacia su territorio. Estas acciones se enmarcan en el contexto de una creciente hostilidad entre ambos países, que también ha implicado ejercicios militares conjuntos entre Corea del Sur y Estados Unidos, así como la cooperación tripartita con Japón para reforzar la seguridad en la región.
El miércoles, Corea del Norte anunció que sellará permanentemente su frontera con Corea del Sur y reforzará sus defensas en respuesta a lo que calificó como la “histeria de confrontación” de sus rivales surcoreanos y estadunidenses. El ejército norcoreano declaró que cortará todas las rutas de comunicación y transporte entre los dos países, y que fortalecerá las estructuras defensivas en las áreas cercanas a la frontera.
Este movimiento fue descrito por Corea del Norte como una medida de “autodefensa” para prevenir una guerra y salvaguardar la seguridad del país. En su declaración, acusaron a Corea del Sur y Estados Unidos de incrementar la tensión en la región mediante ejercicios militares y el despliegue de activos estratégicos estadounidenses. Además, criticaron la retórica beligerante de Seúl y Washington.
Analistas internacionales creen que el programa nuclear de Kim Jong-un tiene como objetivo consolidar a Corea del Norte como una potencia nuclear reconocida, lo que le permitiría negociar concesiones económicas y de seguridad con Estados Unidos desde una posición de fuerza. Según los expertos, Kim podría estar planeando una gran provocación, como una prueba nuclear o el lanzamiento de un misil balístico intercontinental, para captar la atención de Washington, especialmente de cara a las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos.
En una entrevista reciente, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, advirtió que Corea del Norte podría intensificar sus actividades militares y lanzó una advertencia a Pyongyang sobre las consecuencias que podría enfrentar si sus globos o cualquier otra acción ponen en peligro a los ciudadanos surcoreanos.