La Iglesia católica entra en un debate sobre si será un nuevo Pontífice de tendencia liberal o uno de corte conservador
Ciudad de México.- Tras la muerte ayer del Papa Francisco, a sus 88 años, la Iglesia católica entra en un debate sobre si será un nuevo Pontífice de tendencia liberal o uno de corte conservador el que surja tras el esperado humo blanco del próximo Cónclave.
Jorge Mario Bergoglio, nacido en 1936 en Buenos Aires, Argentina, de padres italianos, se convirtió en 2013 en el primer Pontífice latinoamericano y jesuita.
Cuando en el Vaticano eran las 07:35 horas de ayer lunes y en México eran las 23:35 horas del domingo, el Papa falleció a causa de un derrame cerebral que devino en insuficiencia cardiaca, de acuerdo con el certificado de defunción.
Desde el principio de su pontificado, Francisco se ganó el reconocimiento de progresistas con sus ideales de justicia social y su visión global de la Iglesia, pero incomodó a los conservadores por su acercamiento a los católicos LGBTQ+.
Entre dos y tres semanas, cardenales de todo el mundo se reunirán en Roma para votar en secreto. Sólo los menores de 80 años podrán votar.
De los 252 cardenales actuales, la mayoría nombrados por Francisco, 138 son electores.
Felipe Gaytán, académico de la Universidad La Salle e investigador de Sociología de la Religión, consideró que el Papa Francisco incomodó a amplios sectores conservadores de la Iglesia católica.
“Más allá de los nombres, lo que está en juego son dos proyectos de Iglesia: aquellos que quieren la continuidad de lo que impulsó Francisco y aquellos que están en contra de lo que hizo”, indicó.
El académico consideró posible que el Colegio Cardenalicio opte por mantener al próximo Papa dentro de la “fuente de poder”, en Europa.
Para Francisco Javier Acero, obispo auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México, el siguiente Papa deberá consolidar principios de la doctrina de Francisco, como su visión de que las víctimas estén al centro de las necesidades y una Iglesia pobre para los pobres.
Estimó que la designación tomará alrededor de tres semanas, definición que quedará en la esfera del Vaticano.