Lukashenko niega cualquier relación con los drones que volaron el espacio aéreo de Polonia, en medio de la tensión entre Rusia y la OTAN
Minsk, Bielorrusia.– El presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, ha declarado este martes que su país “no tiene nada que ver” con los vehículos aéreos no tripulados que penetraron en el espacio aéreo de Polonia y Lituania, un incidente que ha desatado una nueva crisis diplomática entre la OTAN y Rusia.
La afirmación de Lukashenko se produce después de que Polonia derribara varios drones y culpara directamente a Rusia por una “provocación a gran escala”.
El pasado 10 de septiembre, el ejército polaco informó haber detectado 21 drones, de los cuales tres fueron neutralizados. El primer ministro, Donald Tusk, no tardó en acusar a Rusia y, en respuesta, Varsovia invocó el Artículo 4 del Tratado de la Alianza Atlántica, activando consultas de urgencia con sus aliados.
La tensión escaló rápidamente, con varios países europeos, incluyendo España, Francia y el Reino Unido, convocando a diplomáticos rusos para pedir explicaciones.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha confirmado que sus fuerzas llevaron a cabo ataques contra la industria militar en el oeste de Ucrania la noche del incidente, pero niega rotundamente que el objetivo fuera territorio polaco.
Moscú aseguró que sus drones no superan los 700 kilómetros de alcance y ha mostrado su disposición a mantener consultas con Polonia para esclarecer lo sucedido. El Kremlin, a través de su portavoz Dimitri Peskov, acusó a los líderes de la OTAN y la Unión Europea de hacer “acusaciones sin un solo argumento”.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor General de Bielorrusia, Pável Muraveiko, ofreció una explicación que añade una nueva capa al incidente. Muraveiko sostuvo que su país advirtió a Polonia y Lituania sobre el acercamiento de los drones.
Además, aseguró que las defensas aéreas bielorrusas interceptaron varios de estos vehículos sobre su propio territorio y que los drones se desviaron de su trayectoria debido a “interferencias electrónicas”.
El incidente deja un panorama de versiones encontradas, con Polonia y la OTAN apuntando a una agresión rusa, mientras que Moscú y Minsk rechazan toda implicación directa y ofrecen sus propias explicaciones del suceso.