Frontera, Coah.- El arte y la cultura se consolidan como herramientas clave en la prevención social, ofreciendo una alternativa sólida para alejar a la juventud de los riesgos que representan los vicios y la delincuencia, así lo afirmó Jaime Delgado Quirino, director de Arte y Cultura del municipio de Frontera, quien dijo que se necesita de un mayor compromiso de los padres para que sus hijos no caigan en el mal camino.

Delgado Quirino, explicó que la guía paterna es la primera línea de defensa, ya que se observa con preocupación la tendencia de algunos padres a delegar completamente la formación de sus hijos en la escuela, lo que debilita el impacto de cualquier actividad extracurricular.

“El abandono de los hijos es el principal problema para que caigan en las malas compañías y, por ende, en los vicios y la delincuencia. En cambio, si tienen a un padre que los guíe y los apoye, que los lleve por el camino de las actividades culturales y recreativas, la formación del joven cambia por completo”, explicó.

Delgado Quirino, dijo que no basta en sólo identificar el problema, sino que también ofrece sugerencias concretas a los padres de familia y a la comunidad para tener el efecto preventivo de las actividades culturales, con el fin de que los jóvenes desvíen sus conductas.

“No basta con inscribir a los jóvenes, los padres deben involucrarse, asistir a presentaciones, preguntar sobre el progreso y mostrar un interés genuino en el desarrollo artístico de sus hijos, estar al pendiente de ellos, platicar con ellos, saber qué es lo que hacen y necesitan”, comentó.

El funcionario destacó la importancia del apoyo Municipal continuo, para que las autoridades aseguren una oferta cultural diversa y accesible en colonias, facilitando el transporte y horarios flexibles que permitan la asistencia de los jóvenes.

“Si bien el municipio provee el espacio y las herramientas artísticas, el núcleo familiar es el que sostiene la disciplina y el entusiasmo”, comentó.

Dijo que la sinergia entre la infraestructura cultural ofrecida por Frontera y la participación comprometida de los padres, es la fórmula más efectiva para construir una juventud más sana y alejada de conductas de riesgo.