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Celebran el Día del Ferrocarrilero

Ferrocarrileros celebraron ayer el 116 aniversario de la hazaña del Héroe de Nacozari con guardias de honor y ofrendas florales

Recuerdan a Jesús García Corona, “El Héroe de Nacozari”. | MARIO VALDÉS
Mario Valdés
ZOCALO | MONCLOVA
11-08-2023
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Frontera, Coah.- Ferrocarrileros celebraron ayer el 116 aniversario de la hazaña del Héroe de Nacozari con guardias de honor y ofrendas florales en el busto de Jesús García Corona, quien ofreció su vida para salvar al pueblo de Sonora de morir en una explosión de un tren cargado con dinamita.

Jesús García debía llevar un cargamento de 4 toneladas de dinamita, al almacén de explosivos. Era el más poderoso tipo de dinamita, traído por tren desde Oakland hasta Pilares y Nacozari. Llegó en la locomotora a “El Seis” (a seis millas de Pilares), donde había almacenes y casas de trabajadores de las vías. Para la quema segura de combustible, la locomotora tenía un contenedor, donde las chispas eran sofocadas con mallas. Pero en esos días no estaba funcionando, Jesús reportó que brasas vivas estaban escapando.

Durante la carga del tren, aprovechó para ir a casa, estaba su madre alterada por el presentimiento de que no lo volvería a ver. Jesús dejó 50 de sus góndolas en “El Seis” y descendió a la mina, el cargamento había sido completado. En espera de su locomotora, descubrió que los trabajadores habían dejado disminuir el fuego, y hubo pérdida de presión del vapor. Los ingenieros cometieron otro error: no colocaron los carros con explosivos al final del tren. La dinamita iba en los dos primeros carros, enseguida de la caldera. Al aumentar la presión del vapor, luego, tan lento como fue posible, Jesús dio reversa al vehículo y lo colocó fuera de la mina; el viento del norte empezaba a jugar con los remolinos del humo y del vapor. Librada del freno, la locomotora trabajaba en contra del viento; las chispas vivas, emanadas del contenedor, que no había sido arreglado, volaron sobre el motor y la cabina, llegando incluso hasta los dos primeros furgones, cargados con cajas de dinamita.
Jesús y su locomotora subieron el escarpado. Necesitaban avanzar otros 50 metros para llegar a un terreno plano donde Jesús pudiera así luchar por su vida pero no lo logró.

Al alejarse del pueblo, Jesús García salvó a Nacozari de sucumbir ante una explosión.

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