Nuevo León.- Aunque se dice que el agua oxida el metal, esa ley parece no cumplirse cuando este es la música. Así lo atestiguaron músicos, cantantes y público este fin de semana en el México Metal Fest.

Así, la Expoferia Guadalupe se llenó de melenas largas y chamarras de cuero, de playeras negras y botas militares que llegaron con un fin: escuchar los potentes golpes de batería y los veloces solos de guitarras de bandas como Midnight o Tryptikon, quienes formaron parte del cartel de esta séptima edición del encuentro.

Pero no solo metaleros y headbangers mexicanos asistieron al encuentro, sino también amantes del género de países como Colombia, Guatemala, Chile y Argentina, todos ellos decididos a soportar una sorpresiva llovizna insidiosa que se enfrentó al férreo amor de los escuchas por la música.

El primer día del encuentro arrancó con nombres y sonidos disímiles, como el metalcore estadunidense de Thwon Into the Exile, el goregrind de los polacos Gutalax, y el sonido del power metal alemán de Primal Fear.

A estos se sumaron nombres como Aborted y su death metal; el heavy de Cryptopsy, entre otros.

Sin embargo, el primer gran espectáculo del este primer día fue la bestialidad de los estadunidenses Mastodon, una de las bandas ejemplares del stoner rock estadunidense, que volvió México con el Mega Monsters Tour, tras 14 años de no pisar las tierras del águila y la serpiente.

Por otra parte, los noruegos Kvelartak demostraron con la energía de su líder y vocalista Ivar Nikolaisen, por qué son una de las bandas más vigorosas y controvertidas de la escena del heavy metal mundial actual.

Sin duda su primera presentación en el país, dejó un gran sabor de boca al presentar un recorrido por los cuatro discos de la banda, siendo Endling el más reciente.

De nuevo, con nombres gigantes fueron los franceses de Gojira quienes tomaron el escenario de la Expo Guadalupe para dar un poco de su death metal lleno de consciencia ecológica.

El final del primer día se vivió con la épica fantástica de Blind Guardian, y sus letras influidas por J.R.R. Tolkien, así como el legendario cantante de black metal, Abbath, quien cerró la noche más metalera del país.