Francisco Javier Martínez Contreras es uno de los mejores bajistas de la escena metalera nacional, pero también de los grandes escenarios, pues toca en las bandas de Beli, Renee, etcétera
Ser un rockstar no es para todos. El estilo de vida de la estrella de la música solamente es para quienes muestran su disposición a morir en el escenario, tocando música, cantando canciones, haciendo coros, solos, figuras, acordes, dando tamborazos o realizando un performance. Hay que divertirse, pero también tomarlo con la seriedad que se debe.
Así nos cuenta el mismísimo Francisco Javier Martínez Contreras, también conocido en el circuito del metal mexicano como PACH, bajista de proyectos como Venemous o Strike Master, pero actualmente músico de sesión y parte de la banda en vivo de estrellas como Belinda o Renee.
Su historia es una de las más inspiradoras para quienes tienen la espinita de dedicarse a la música, pues inició a los 18 años a tocar el instrumento donde ahora es todo un maestro, el bajo. Desde entonces, asumió la responsabilidad de aprender todo sobre las cuatro cuerdas de nylon, quiso mejorar su técnica, estudiar, comprender lo que era necesario para llegar a las grandes ligas.
En entrevista con El Heraldo de México, dio a conocer que su paso por la música es una enorme satisfacción que poco a poco se convirtió también en una de sus pasiones y trabajos, pues dedica su tiempo a otros espacios en la industria musical como el diseño gráfico, la creación de merch, etcétera.
"El hecho de estar de gira, tocar en escenarios cada vez más grandes y empezar a recibir una remuneración económica por los shows me hizo cambiar de mentalidad. Me di cuenta de que era posible vivir de la música. De hecho, al salir de la universidad, seguí trabajando un tiempo en una agencia y luego cambié de empleo. Sin embargo, la experiencia de pasar ocho horas en una oficina —a pesar de que era en un despacho creativo— me quitaba tiempo y energía para la música. En ese momento, decidí: "Es ahora o nunca. Si quiero dedicarme a la música, tengo que hacerlo ahora". Y así fue. Obviamente, tuve miedo e inseguridad, y siempre estaba presente la idea de que "no vas a poder vivir de eso" o "no vas a salir adelante". Pero la verdad es que, cuando te enfocas y haces lo que te gusta, las oportunidades terminan llegando"
Pach pasó por un par de bandas donde tocaba diversos géneros del metal. La primera de ella, Venemous, la segunda, Strike Master, y aunque ya no está ligada a ninguna, es un hecho que le dejaron muy grandes aprendizajes sobre la forma en que se maneja la industria, también sobre composición, trabajo en equipo, entre otras cosas que le facilitaron su camino por los escenarios internacionales.
"Como mencionas, cuando tienes tu propia banda estás a cargo de muchas cosas. En mi caso, como director de arte, yo me encargaba de la parte gráfica: hacía los flyers, diseñaba la mercancía y manejaba la parte digital para mantener una línea de diseño coherente en todos nuestros lanzamientos. Esto es algo que disfruto mucho; no lo hago solo por demostrar lo que sé, sino porque me gusta dejar mi esencia y colaborar, dando siempre un poco más de lo que se esperaría de un músico. Al final, es una gran satisfacción personal y artística"
Luego pasó a tocar con artistas como Belinda o Renee, ambas reconocidas en toda la República, pero Beli también admirada en otras partes del mundo no solamente por su etapa musical, también porque tiene un enorme recorrido por la pantalla chica. Este cambio, asegura Francisco, fue también una forma de adoptar una nueva mentalidad, lejos del underground mexicano y del mundo de la música alternativa, de la carrera independiente, incluso DIY en algunos casos.
"Ahora me doy cuenta de que soy parte de algo mucho más grande, una organización artística en la que debo asumir mi papel como bajista en vivo. Esto me ha ayudado a entender cómo funcionan los proyectos de mayor envergadura, ya sean orquestas o puestas en escena en un teatro. Mi función es única e irremplazable, y tengo que cumplirla a la perfección. Este rol también implica un gran desempeño en el escenario, donde debo leer a la gente, al artista y a mis compañeros para estar en la misma sintonía. Fue un cambio significativo para mí, ya que antes tocaba música muy rápida y fuerte, donde los pequeños errores pasaban desapercibidos debido a la distorsión y la velocidad"
Este es uno de los grandes aprendizajes del músico, y también parte del legado que quiere dejar en la música, pues le gusta definirse a sí mismo como un creador multidisciplinario que va más allá del rollo del músico, más allá del rollo del diseño gráfico, él es un artista abierto a abrirse a nuevas experiencias creativas. "Creo que eso nos nutre no solo como artistas, sino también como personas", nos cuenta.
Con respecto a su trabajo con la cantante Belinda, Pach asegura que se trata de un ser humano increíble que tiene una forma de interactuar en el escenario que le parece asombrosa. De acuerdo con sus dichos, el contacto visual es la base de todo el espectáculo que se puede ver sobre el escenario, con dinámicas divertidas, pero que siempre se forman alrededor de la música, el punto principal de todo.
"Hoy, puedo decir que tenemos una conexión especial. Nos vemos al cantar las canciones, y aunque yo no las canto en vivo, me gusta hacerlo junto con ella porque siento que le da una vibra de que está sintiendo la música. Dentro de la banda, Picos está en la batería y Gabriel en la guitarra; ellos han tocado conmigo durante muchos años, y la sinergia "metalera" que traemos le da un punch diferente a la música. Ya no se siente como un pop tan lineal o convencional".
Esta alineación la compara incluso con la que tiene Lady Gaga en el escenario, quien tiene una banda de músicos fija, con quienes se siente cómoda y respaldada, sin importar que todos vengan de géneros muy diferentes como el metal, pues lo que de verdad importa es el talento que portan en las venas. Lo mismo, explica, pasa con los bailarines de Beli, incluso con el público, quienes entienden perfectamente la energía eufórica del momento.
"Con toda la experiencia que ha acumulado en su carrera, el tocar con ella es, sin duda, una experiencia inigualable", asegura Francisco.
Por otra parte, recapitulemos que Francisco viene desde la escena metalera, por lo tanto, resulta extraño verlo montado sobre un escenario interpretando géneros que van desde el pop, el disco y el rock, hasta el norteño, los corridos tumbados, el reguetón, entre otras cosas. Asegura que desarrollar esta versatilidad es muy importante para ampliar tu horizonte musical y entender que todo tipo de géneros merece un trato de respeto por igual.
"Tocar con ella géneros como reggaetón, balada, rock o corrido es increíble. Me ha permitido explorar qué puedo aportar con mi instrumento en cada estilo. Aunque las canciones en el disco suenan de una forma, la interpretación en vivo es distinta, y eso nos da la oportunidad de crear nuestros propios arreglos. Como llevamos un par de años tocando con ella, ya hemos desarrollado arreglos propios que han surgido de las presentaciones en vivo, lo cual me gusta mucho. Antes no tenía una conexión tan directa con el reggaetón, pero ahora me encanta tocar canciones como "Cabrón", de ella. La canción tiene un dembow y un groove donde se siente toda la energía. Al tocarla, siento una seguridad que me permite disfrutar de todo lo que sucede a mi alrededor: la gente, Belinda, los bailarines, los otros músicos. Toda esa sinergia se vuelve una, y tú te sientes parte de ese todoMe gusta mucho que sus canciones sean tan diferentes, pero que al final mantengan siempre su misma esencia"
Por último, el bajista nos deja una reflexión para todas las personas que quieran tocar y quieran vivir de la música, pues confiesa que lo principal es ponerse a practicar su instrumento, disfrutarlo, conocerlo de principio a fin, cada pieza o cada cuerda, cada afinación, todo sonido. Asegura que "hoy en día se confunde mucho el ser artista con el ser famoso", por lo que llegar a las grandes ligar primero necesitará tu pasión por el arte.
"Algo que siempre me he repetido es que el éxito y la fama son una consecuencia de un trabajo bien hecho. No importa lo que hagas, si lo haces bien y con una buena intención, el reconocimiento llegará tarde o temprano. Lo importante no es la meta, sino el proceso. Mi consejo es que se enfoquen en su propia música y se inspiren en otros. No está mal tener referencias; al contrario, es una excelente forma de marcar un camino a seguir. También, que se abran a nuevas experiencias, no solo en la música, sino en la vida. La vida es para disfrutarla y ser feliz, y qué mejor que hacerlo con algo que te apasiona"
En este sentido, aseguró que al abrirse a tocar más allá del metal, se expandieron sus horizontes enormemente. Ahora disfruta de los shows de metal y de las nuevas bandas, pero también de otros géneros, lo cuál es invaluable para su desarrollo artístico. Revela que es bueno relacionarse con gente fuera de nuestro círculo, porque nunca sabes cuándo te abrirán puertas o te llevarán a lugares que nunca imaginaste.
"A veces, pensamos que debemos controlar todo y seguir un único camino, pero si ese no es tu destino, hay que abrirse a otras posibilidades. La vida te dará cosas solo si estás preparado. Creo que todos deben cambiar la mentalidad de que no se puede vivir de la música y, en cambio, darse cuenta de que es algo muy gratificante"