La cantante mexicana entra al cuarto piso de edad y, con 41 años cumplidos, lo celebra con su nuevo disco Cancionera, que estrenará el 24 de abril, y con una gira de más de 45 conciertos que inician un día antes en Veracruz y que llegará al Teatro Metropólitan de la Ciudad de México el 2 de mayo.
La artista con más Latin Grammy en la historia compartió que cada disco habla de una faceta de vida y Cancionera no es la excepción. En este viaje sonoro entrelazó la tradición y lo contemporáneo con la intimidad de su guitarra y su voz.
Me llevó a hacer cosas que yo como Natalia Lafourcade no habría hecho, porque yo siempre trato de hacer una cosa y decir ‘esto es accesible, esto está a la mano’ y Cancionera me dijo ‘no, ahora vamos a hacer un mundo adentro del estudio, que cuenta una historia, pero que las personas van a tener que completar desde su mundo imaginario’. Me arrinconó a la creatividad máxima, desde la danza, desde la exploración del movimiento, de la pintura, muchas cosas que me gustan, pero que me tenía guardaditas”, detalló la ganadora de cuatro Premios Grammy.
La nacida el 26 de febrero de 1984 en la Ciudad de México, radicada en Veracruz, señaló que esta nueva faceta le enseñó la capacidad que tiene para “la transformación”, la cual puede darse en todos.
La capacidad enorme que tenemos de podernos poner una máscara, quitárnosla, ponernos un traje y quitarlo; poder transformarnos en la vida se vuelve muy entretenido. También se vio reflejado el amor que tengo a México, desde sus músicas tradicionales y cancioneras mexicanas, y se percibe en las letras, en el lenguaje, en nuestra cultura, en cómo nos comunicamos en ese doble sentido que tenemos, el sentido del humor, en el que a veces podemos estar sufriendo mucho, pero hay una manera pícara de decirle a alguien ‘no te quiero volver a ver’.
Es un momento en el que México está en boca del mundo y vemos cómo muchas personas quieren venir a conocer nuestro país. A mí me da mucho gusto que puedo estar aquí, que vivo acá, en Veracruz, en un lugar muy mexicano, que como frijoles todos los días, maíz, nopal, o sea , me siento muy así, en mi tierra, muy aquí y tengo la fortuna de poder ir a muchos lugares del mundo para compartir eso que me inspira y en lo que me doy cuenta que, a muchas personas, en muchos lugares, les da curiosidad y gusto también”, dijo.
Como que hay una limpieza de la memoria y de lo que uno tiene alrededor. Uno quiere limpiar la casa y a mí me pasó. Quería limpiar mi clóset. Va desde lo más básico: este pantalón llevo cinco años tratando de que me entre y… el cuerpo va a seguir creciendo. Y todo está bien.
Entonces, tiramos todo lo que… ya no soy una niña, aunque mi niña siga muy viva dentro de mí, pero vaya, van cambiando cosas. Se tiene como una limpia interesante. Siento que estoy aprovechando mejor mi tiempo, ésa es mi sensación, valoro mucho mis relaciones, lo que estoy haciendo. Me gusta darle su tiempo a cada cosa bien, que no exista esta cosa de ‘vamos corriendo’. Me estoy enraizando un poquito más a la presencia de las cosas, a darle su lugar a las cosas”, manifestó.
Por ello, desde años atrás practica la “lealtad propia” para saber elegir. En este disco, parte de la confrontación consigo misma está en el tema Mascaritas de cristal.
Creo que lo que no quiero hacer es que la vida se me pase sin que me dé cuenta o que elija cosas que en verdad no deseo hacer. A mis 40 años me siento contenta. Mi padre me cuestionó: ‘¿cómo vas a utilizar tus siguientes 40 años, los vas a provechar o crees que ya los aprovechaste?’. Qué gran pregunta.
Me siento muy contenta, porque siento que sí los he aprovechado, pero he tenido momentos en mi vida muy inconscientes, pero creo que mi tirada personal es tener un camino despierta. A ver cómo se ponen los siguientes, a ver hasta dónde llegamos”, afirmó.
EL NACIMIENTO DEL DISCO
Natalia relató que la idea de hacer este disco de 14 rolas nació en mayo pasado: “Yo creo que venía trabajando el disco de Cancionera sin darme cuenta”.
Porque la primera canción de este álbum, Apertura cancionera, y la de cierre, Cancionera (acústica), tienen como un cuento en el centro.
Éstas son canciones que compuse a piano, no tienen letra, es una pieza musical que compuse en Veracruz, en la pandemia. De ahí empezaron a brotar esas pequeñas señales. La idea de Cancionera realmente bajó en mayo cuando yo me di cuenta que estaba inspirada, que estaba componiendo y que tenía canciones que, poniéndolas juntas, contaban una historia.
La idea fue, desde un principio, tomar las canciones, entender la narrativa y ver que había mucho de México, fantasía, surrealismo y lo que sucede como en un sueño, como en un espacio muy recóndito de la noche o como en una historia clandestina o como en un aire de Acapulco de los viejos tiempos, de ese Acapulco de ‘acuérdate…’”, rememoró.
La cantante reveló que, antes de ser considerado un disco, Cancionera se planteó como una gira: “De la cancionera con la guitarra y con la voz, eso era algo que quería hacer mucho y fue el primer disparador que nos fue llevando”.
EL TOUR… COMO UN MUSICAL
Acerca de la gira, Natalia Lafourcade dijo que ella quería hacer una gira sólo con guitarra y voz, como lo hicieron en su momento con sus instrumentos Bob Dylan, Violeta Parra, Joni Mitchell o Mercedes Sosa.
Así, con mucha desnudez, intimidad y simpleza, y mucho arraigo, mucha raíz. La cosa de la edad o el camino, había algo intuitivo, de reconfigurarme. Creo que es eso, una reconfiguración lo que estoy buscando desde el alma; poder volver al escenario como lo hice en mis primeros pasos.
Ha sido muy interesante, porque ha venido una energía a través de la narrativa que se cuenta y de cómo el tour de Cancionera se ha convertido en un homenaje a la cancionera y el cancionero del mundo. Cuando digo esto pienso en Chavela Vargas, Agustín Lara, en Toña La Negra, Celia Cruz, Billie Holiday, Edith Piaf, me vienen a la mente muchas referencias. Al mismo tiempo, es un homenaje a la canción y a mi camino como cancionera. Es eso lo que representa esta gira, en una puesta en escena que no sólo es mi guitarra y mi voz, sino que hay más cosas.
Es como un musical, como una pequeña obra de teatro mezclada con canciones y con la narrativa que estamos encontrando a través de ese paralelismo que existe entre el mundo de Cancionera, el disco, y yo, y la orquesta será mi público. Ellos van a ser mi orquesta y mi coro”, concluyó.
TAMBIÉN PINTORA
Natalia Lafourcade compartió que Cancionera y su energía la llevaron a pintar.
Venía muchos años diciendo que pinto horrible y es la verdad, mis pinturas no son lo más bonito, pero no importa, porque esa conexión o esos espacios que uno se permite para poder liberar emociones y cosas, generan desbloqueos importantes de la emoción que te permiten conocerte más.
Cuando grabé Cancionera me recordó que no hay peligro en hacer este tipo de cosas y que pueden pasar cosas mágicas”, destacó.
Desde hace muchos años que Natalia Lafourcade radica en Veracruz y desde su tierra ha gestado todos sus discos que han encumbrado la música mexicana desde Mujer divina, lanzado en 2012.