El pasado 5 de febrero, Valentina Gilabert, joven modelo mexicana, sufrió un brutal ataque con arma blanca a manos de la influencer Marianne Gonzaga, quien fuera pareja del padre de su hija, José Said Becerril.

La agresión, motivada por un aparente ataque de celos, dejó a Valentina con 14 puñaladas y al borde de la muerte. Marianne fue detenida ese mismo mes, permaneciendo en reclusión hasta el día de ayer, cuando fue liberada tras declararse culpable bajo un juicio abreviado.

Pese a la gravedad del caso, el juez dictaminó que la creadora de contenido, por ser menor de edad, cumpliría una condena de casi tres años en libertad, bajo estrictas condiciones: no acercarse a Valentina, someterse a tratamiento psicológico obligatorio y realizar la reparación del daño, que podría superar los 2 millones de pesos.

Un testigo anónimo presente en la audiencia habló en exclusiva con Ventaneando y explicó por qué, pese a lo injusta que parece la resolución, en realidad era la única vía factible para proteger a la víctima.

“Desde hace varias semanas la fiscalía, el fiscal buscó cómo llegar a ciertos acuerdos. Junto a todas las partes. Hubo intento de asesinato, pero la ley no contempla ese delito si el agresor es menor. Fue justamente por heridas agravantes que ponen en riesgo la vida. De ese modo, podría estar ella como en custodia 5 meses, a los menores no pueden tenerlos más de 5 meses recluidos”, comentó.

De haber continuado el proceso legal de manera ordinaria, la adolescente habría enfrentado el juicio en libertad.

“Como cumplía más de 5 meses en retención, la ley dice que tiene que ser, digamos, liberada hasta que había un juicio y después que se dictaminen del juicio, pero iba a llevar el juicio afuera. En libertad. A los menores no se les obliga a pagar la reparación del daño. No está estipulado en la ley, se ganó. Ella podía estar 2, 3, 4 años tal vez en prisión, pero el juez podría decidir que en la sentencia se le reducía a dos, las leyes en México defienden demasiado a los menores”, señaló el informante.

Además, advirtió que, si Marianne incumple alguna de las condiciones, será enviada de nuevo a la cárcel. “Se llama libertad asistida, digamos que en cualquier incumplimiento que ella haga durante estos 3 años, regresa a prisión”, aseveró.

Respecto al encuentro entre las jóvenes dentro del juzgado, el testigo finalmente reveló que ambas no pudieron contener las lágrimas.

“Marianne le pidió disculpas. Lloraron. Hablaron. Se llegó a un acuerdo”, compartió.

Mientras tanto, los otros implicados, Aintzane ‘N’ y Akram ‘N’, continúan siendo procesados como cómplices. Se dijo que él, por ser mayor de edad, podría enfrentar cargos por tentativa de feminicidio.