Ciudad de México.- Conan O’Brien presuntamente intervino para impedir que algunos invitados llamaran al 911 durante un altercado entre el cineasta Rob Reiner y su hijo, Nick Reiner, ocurrido en la fiesta de Navidad que el comediantea ofreció el pasado fin de semana.

De acuerdo con Daily Mail, la discusión entre padre e hijo se tornó tan intensa y ruidosa que varios asistentes consideraron necesario alertar a las autoridades. Sin embargo, O’Brien habría frenado esa intención al señalar que se trataba de su casa y de su evento, logrando convencer a los presentes de no realizar la llamada a la policía.

Una fuente cercana aseguró que varios invitados estaban seriamente preocupados por el estado mental de Nick Reiner y llegaron a comentar la posibilidad de que fuera internado en un hospital psiquiátrico debido a su comportamiento errático durante la velada.

“Cuando la cosa se puso fea, alguien dijo: ‘Tenemos que llamar a la policía’. La conversación giraba en torno a poner a este chico en un centro de salud mental”, declaró la fuente al medio internacional.

Durante la reunión, Rob Reiner habría expresado a algunos amigos su temor ante la conducta de su hijo. Otra fuente afirmó que el reconocido director y actor confesó estar “petrificado” y preocupado por la posibilidad de que Nick pudiera hacerle daño.

Una de las frases que se le atribuyen y que habría pronunciado esa noche fue: “Me da mucho miedo. No puedo creer que vaya a decir esto, pero le tengo miedo a mi hijo. Creo que mi propio hijo puede hacerme daño”.

Nick Reiner generó incomodidad entre varios asistentes, incluidos invitados del medio artístico, debido a comportamientos calificados como erráticos y perturbadores, ya que abordaba de forma insistente a las personas para preguntarles si eran famosos, provocando un ambiente de tensión generalizada, según People y Us Weekly.

El joven, de 32 años, asistió a la fiesta con el consentimiento de los anfitriones, luego de que sus padres manifestaran preocupación por su estado y decidieran llevarlo con ellos para mantenerlo bajo supervisión.

La reunión tuvo lugar el sábado 13 de diciembre y, al día siguiente por la tarde, Rob Reiner, de 78 años, y su esposa Michele Singer Reiner, de 70, fueron hallados sin vida en su residencia de Brentwood, en Los Ángeles, por su hija Romy Reiner.

La Oficina del Médico Forense del Condado de Los Ángeles confirmó posteriormente que la causa oficial de muerte de la pareja fue “múltiples lesiones por fuerza cortante” y clasificó ambos decesos como homicidio.

Nick Reiner fue arrestado la noche del domingo y actualmente enfrenta dos cargos de asesinato en primer grado por la muerte de sus padres. El miércoles realizó su primera comparecencia ante el tribunal, donde se fijó el 7 de enero de 2026 como fecha para la lectura formal de cargos.