Por cuatro años Justin Bieber estuvo callado en lo que se refiere a lo musical. Lo último que se supo de él fue su disco Justice
Ciudad de México.- Por cuatro años Justin Bieber estuvo callado en lo que se refiere a lo musical. Lo último que se supo de él fue su disco Justice, y desde entonces sí, Justin estuvo en los titulares de los medios de comunicación, y no siempre fue por las mejores razones. Que si su matrimonio con Hailey estaba mal, que su enfermedad de Lyme, el nacimiento de su hijo Jack Blues, que si tiene un comportamiento errático, que si tendría que ver algo en el juicio de P. Diddy… todo menos por la música.
Ayer, Justin le demostró al mundo que no tiene por qué dar explicaciones de nada a nadie —ni de cómo lo hace, ni dónde, ni cuándo— con el anuncio y lanzamiento de su séptimo disco de estudio Swag, apoderándose de titulares y redes sociales en sólo un click.
Swag no sólo representa el regreso de Bieber a la música, sino que abre una ventana a un chico que se convirtió en hombre y padre de familia frente a la vista de todo el mundo y cómo sus vivencias de los últimos cuatro años han impactado en donde mejor se expresa: con música.
Mientras el mundo entero lo tenía bajo la lupa por fotos, videos, posteos o teorías de la conspiración en su matrimonio, en abril pasado Justin agarró su guitarra, a su familia y amigos y se fue a Islandia a tener diferentes sesiones musicales y grabar 21 canciones que ayer vieron la luz por primera vez, contando su historia bajo sus propios términos.
A sus 31 años, Bieber sabe del negocio de la música y también cómo mandar mensajes, por lo que no dudó en presentar Swag con una nueva sesión de fotos en la que aparece su familia: Hailey y Jack, disipando así todas las preocupaciones sobre la salud de su matrimonio.
Y hablando de su matrimonio, Justin no sólo tomó fotos de su familia, decidió que era un buen momento para expresar lo que él vive en su matrimonio… y que es exactamente lo mismo que viven millones de personas, esos altibajos naturales de una relación de pareja.
“Y chica / mejor paramos antes de decir alguna mierda. / Hemos estado poniendo a prueba nuestra paciencia”, se escucha decir a Bieber en Walking Away. “Creo que sería mejor que nos tomáramos un descanso. / Y recordáramos lo que es la gracia”, dando un vistazo de que tanto él como Hailey están aprendiendo el arte de la pareja y el matrimonio, aunque a veces duela.
De todos los temas por los que Justin estuvo en los medios en los últimos años, decidió tomar varios y mostrarlos en sus canciones en donde a la vez que se siente orgulloso de su esposa y sus éxitos como empresaria, también aporrea a los paparazzi que lo persiguen en su intimidad y habla de la salud mental.
Justin ya no es ese chavito de fleco de lado que cantaba Baby, hoy es un hombre que en muchas ocasiones no la ha pasado nada bien y que ha aprendido a manejar los constantes cuestionamientos que le hacen.
“He tenido que pasar por muchas de mis dificultades como ser humano, como todos, muy públicamente, y la gente siempre me pregunta si estoy bien, y eso empieza a pesarme mucho. Me hace sentir que soy yo el que tiene problemas y que todos los demás son perfectos”, se escucha en Therapy Sessions, la canción 14 de Swag.
Pero Justin no llegó solo a Swag: fueron sus experiencias sí, pero también sus amigos, los que estuvieron ahí para él y para su música. Así el canadiense reclutó personajes como Druski, Mk.gee, Dijon, Gunna, Lil B, Sexyy Red, Cash Cobain, Eddie Benjamin, Ashton Simmonds, 2Chainz, Robert M. Crawford y Marvin Winans, entre otros, además de la inspiración de Eminem en Yukon, en la que le dio el crédito de compositor.
EL DATO:
Swag es el séptimo disco de estudio de Justin Bieber
Tiene 21 canciones
Se grabó en Reikiavik, Islandia, en abril de 2025
Justin comenzó a trabajar en las canciones desde 2023
Fue producido por Justin Bieber, Carter Lang, Daniel Caesar, Daniel Chetrit, Dijon, Dylan Wiggins, Eddie Benjamin, Eli Teplin, Harv, Knox Fortune y Mk.gee.