Trayectoria de Ernestina Sodi
Ernestina, nacida el 24 de julio de 1960, era hija del criminólogo Ernesto Sodi Pallares y de la publicista Yolanda Miranda Mange. Fue hermana de la cantante Thalía y de la actriz Laura Zapata. Estudió Historia del Arte en el Instituto de Cultura Superior y Letras Modernas en la Universidad Iberoamericana, donde fue candidata al doctorado. A lo largo de su vida profesional, publicó varias obras, siendo la más destacada "Líbranos del mal" (2006), donde relató el traumático secuestro que vivió en 2002 junto a su hermana Laura Zapata. Otros de sus libros incluyen "Los cerezos negros" (2011), sobre la trata de personas, y "Águeda. La última mariposa de papel" (2012), una novela que explora la complejidad de las relaciones humanas.
Además de su carrera como escritora, Ernestina incursionó en el modelaje en 1977, siendo coronada como Señorita Distrito Federal y participando en el certamen nacional Señorita México. En su vida personal, estuvo casada con el abogado y periodista Fernando González Parra, con quien tuvo dos hijas: Camila y Marina Sodi. La relación con su exesposo estuvo marcada por la denuncia de violencia física y psicológica, lo que eventualmente llevó a la separación de la pareja.
Relación con su hija Camila Sodi y su familia
La relación entre Ernestina y Camila Sodi fue cercana y emotiva. Camila, reconocida actriz y cantante, ha expresado públicamente la admiración y amor que sentía por su madre, destacando su fortaleza y dedicación. Tras el fallecimiento de Ernestina, Camila compartió mensajes llenos de nostalgia y cariño en sus redes sociales, recordando su legado y el fuerte vínculo entre madre e hija. Por su parte, Marina Sodi, la otra hija de Ernestina, ha mantenido un perfil más privado, aunque ha mostrado en diversas ocasiones su apoyo a Camila.
Ernestina también tenía una relación cercana con su hermana Thalía, quien solicitó en octubre donadores de sangre para Ernestina durante su hospitalización y agradeció el apoyo recibido. Sin embargo, la relación con su media hermana Laura Zapata fue más compleja. Aunque ambas fueron víctimas del secuestro en 2002, la publicación de "Líbranos del mal" generó fricciones entre ellas. Pese a ello, Laura expresó públicamente su preocupación por la salud de Ernestina durante su hospitalización, sugiriendo un posible acercamiento en estos difíciles momentos.