FORT LAUDERDALE, Florida.— El rapero Sean Kingston fue sentenciado el viernes a tres años y medio de prisión tras ser declarado culpable de un esquema de fraude de un millón de dólares en el que aprovechó su fama para engañar a vendedores para que le dieran artículos de lujo que luego nunca pagó.

Kingston, cuyo nombre legal es Kisean Paul Anderson, y su madre, Janice Eleanor Turner, fueron condenados en marzo por un jurado federal por conspiración para cometer fraude electrónico y cuatro cargos de fraude electrónico. Turner fue sentenciada a cinco años de prisión el mes pasado.

Antes de que el juez estadounidense David Leibowitz dictara sentencia contra Kingston, el cantante se disculpó en el tribunal del sur de Florida y afirmó haber aprendido de sus actos. Su abogado le preguntó si podía entregarse posteriormente debido a problemas de salud, pero el juez ordenó su detención inmediata. Kingston, quien vestía traje negro y camisa blanca, se quitó la chaqueta, fue esposado y conducido fuera de la sala.

El fiscal federal adjunto Marc Anton describió a Kingston como alguien adicto a su estilo de vida de celebridad aunque ya no podía permitirse mantenerlo.

"Claramente no le gusta pagar y confía en su estatus de celebridad para defraudar a sus víctimas", dijo Anton el viernes.

El fiscal federal describió un patrón que se ha extendido durante años en Kingston: acosar a las víctimas para obtener productos de lujo y luego negarse a pagar.

“Es un ladrón y un estafador, así de simple”, dijo Anton.

La abogada defensora Zeljka Bozanic replicó que Kingston, de 35 años, tenía la mentalidad de un adolescente, la edad que tenía cuando saltó al estrellato. La abogada afirmó que Kingston prácticamente no tenía conocimiento de sus finanzas y dependía de sus gerentes y de su madre.

“Nadie le enseñó a invertir su dinero”, dijo Bozanic. “El dinero entraba y salía en cosas superficiales”.

Bozanic dijo que Kingston ya ha comenzado a pagar a sus víctimas y tiene la intención de devolver cada centavo una vez que sea libre y pueda comenzar a trabajar nuevamente.

Leibowitz rechazó la idea de que Kingston fuera poco inteligente o ingenuo, pero el juez dijo que le reconocía el mérito al rapero por aceptar la responsabilidad y negarse a testificar en lugar de posiblemente mentir en el tribunal. Esto contrastaba con la madre de Kingston, cuyo testimonio en el juicio Leibowitz calificó de obstrucción.

Kingston y su madre fueron arrestados en mayo de 2024 después de que un equipo SWAT allanara la mansión alquilada de Kingston en un suburbio de Fort Lauderdale. Turner fue detenido durante el allanamiento, mientras que Kingston fue arrestado en Fort Irwin, una base de entrenamiento del ejército en el desierto de Mojave, California, donde se encontraba actuando.

Según los registros judiciales, Kingston utilizó las redes sociales entre abril de 2023 y marzo de 2024 para gestionar la compra de artículos de lujo. Tras negociar los acuerdos, Kingston invitaba a los vendedores a una de sus lujosas residencias en Florida y les prometía presentarlos y sus productos en redes sociales.

Los investigadores dijeron que cuando llegaba el momento de pagar, Kingston o su madre enviaban mensajes de texto a las víctimas con recibos falsos de los artículos, que incluían una Escalade a prueba de balas, relojes y un televisor LED de 5,9 metros (19 pies), dijeron los investigadores.

Cuando los fondos nunca se acreditaban, las víctimas a menudo contactaban a Kingston y Turner repetidamente, pero nunca recibían el pago o recibían el dinero sólo después de presentar demandas o contactar a la policía, dijeron las autoridades.

Kingston, quien nació en Florida y creció en Jamaica, saltó a la fama a los 17 años con el éxito de 2007 "Beautiful Girls", que superpuso su letra a la canción de Ben E. King de 1961 "Stand By Me". Sus otros éxitos incluyen "Take You There" de 2007 y "Fire Burning" de 2009.