Ciudad de México.- No existe un mejor escenario para definir al campeón de la NBA que en un juego 7 de las Finales, escenario que tiene como protagonistas al Thunder de Oklahoma y a los Pacers de Indiana. 

Llegó el momento de la verdad, la paridad entre el líder de la Conferencia Oeste y el cuarto lugar del Este se romperá este domingo por la noche en el Paycom Center, donde por primera vez en nueve años se jugará el último partido posible en una serie de campeonato del llamado mejor basquetbol del planeta. 

La última vez que el campeón de la NBA salió de un juego 7 fue cuando los Cavaliers de Cleveland, liderados por un tal LeBron James, remontaron un 3-1 para vencer a domicilio a los Warriors de Golden State. 

La historia está del lado del Thunder. El balance de los 19 antecedentes de un séptimo partido marca una ventaja de 15 victorias y cuatro derrotas para el equipo que fue local. Pero el balón tiene que comenzar a botar para definirlo todo.

A Oklahoma le duró poco la ventaja en la serie y, a pesar de que Tyrese Haliburton no estaba al 100 por ciento físicamente, Indiana forzó la definición en un último juego. Ahora quedan 48 minutos —y la posibilidad de irse a tiempo extra— para definir al nuevo dueño del trofeo Larry O’Brien y el Thunder parte como el principal favorito para consagrarse por primera vez en su historia. 

Shai Gilgeous-Alexander, Jugador Más Valioso de la temporada, reconoció que este partido “es un sueño hecho realidad”. En seis juegos, promedió 30.5 puntos, 4.5 rebotes y 4.5 asistencias. Por su parte, Haliburton promedia 14.8 puntos, 6.8 asistencias y 5.3 rebotes.