En su segundo año como titular, destaca que ha se han hecho modificaciones en la ofensiva: "es un poco diferente tener un nuevo ataque, un nuevo lenguaje"
Tom Brady dejó un legado imborrable en los New England Patriots, consolidándose como uno de los más grandes quarterbacks en la historia de la NFL, pues durante dos décadas, lideró al equipo con excelencia, logrando seis títulos de Super Bowl y múltiples reconocimientos individuales. Brady no solo redefinió los estándares de la franquicia, sino que también inspiró a generaciones de atletas.
Al respecto, Drake Maye, que este año luce por segunda ocasión la bandera de quarterback titular de los Patriots, tiene muy presente llenar el espacio que dejo Brady en el equipo es un peso muy grande, pero se mantiene con la esperanza de que bajo su dirección, la ofensiva tendrá una buena temporada 2025.
Con una ofensiva renovada bajo la dirección de Josh McDaniels y la llegada de veteranos y novatos prometedores, Maye se posiciona como pieza central en el intento de los Patriots por recuperar su identidad ganadora.
Recientemente, en conferencia de prensa, Drake Maye reconoció estar en proceso de adaptación al nuevo esquema ofensivo, señalando que se ha enfocado en maximizar repeticiones, absorber conceptos y ajustar su comunicación dentro del nuevo lenguaje ofensivo. A pesar de algunos tropiezos iniciales, como un día con múltiples intercepciones, el quarterback expresó que se trata de un proceso natural en su evolución y subrayó la importancia de aprender de cada jugada.
Creo que descubrir dónde estamos en el ataque y en qué vamos a ser buenos en nuestras funciones, ha sido divertido. Ha sido genial, dijo.
Drake Maye reconoció las crecientes expectativas que lo rodean y aseguró que las recibe como una motivación. “Quiero que la gente espere que juegue bien. Esa presión es lo que te impulsa a trabajar duro”, afirmó.
Quieres altas expectativas. Creo que eso es lo que quieres. Creo que esta ciudad, ya sabes, los Patriots están acostumbrados a ganar, y eso es lo que intentamos recuperar. Creo que quieres que la gente espere que juegues bien. Creo que esa presión es lo que te impulsa a estar aquí", explicó.
Maye también abordó el rol de liderazgo que empieza a asumir con más claridad en su segundo año. Si bien su enfoque inmediato sigue siendo el trabajo diario y la preparación, dejó claro que espera dar un “salto” en su capacidad de guiar a la ofensiva. Enfatizó la relevancia de ganarse la confianza de los nuevos integrantes del equipo, tanto jugadores como cuerpo técnico, a través del esfuerzo y la consistencia.
El QB mostró también entusiasmo por trabajar con una defensa exigente en los entrenamientos, particularmente contra la dupla de esquineros Christian González y Carlton Davis. Según él, este tipo de desafíos en la práctica ayudan a elevar el nivel de competencia en el equipo. “Ponerlos a prueba” diariamente, explicó, no solo mejora su lectura de defensas, sino que también fortalece la preparación del grupo de receptores.
Creo que simplemente hay que darles trabajo. Si jugáramos con nuestra defensa, me entusiasma que esos jugadores en la sala de receptores jueguen con una dupla de cornerbacks tan buena que genera tanta expectativa, y es bien merecido", comentó.
En cuanto al plantel ofensivo, Maye valoró la incorporación de receptores veteranos como Stefon Diggs, así como el impacto inmediato de novatos seleccionados en el draft como Efton Chism III, Kyle Williams y TreVeyon Henderson. Señaló que estos jóvenes talentos están demostrando su capacidad desde el inicio, lo que podría acelerar su integración en el sistema y sumar profundidad al ataque.
Elogió a la línea ofensiva, en particular a los nuevos fichajes como Morgan Moses y Garrett Bradbury, cuya experiencia ha comenzado a aportar estabilidad. Aun así, reconoció los retos que enfrenta el grupo en esta etapa sin un juego terrestre plenamente activo, donde la defensa suele tener ventaja.
