Un pequeño bateador se plantó en la pradera central del Dodger Stadium antes que cualquier otro miembro de la organización saltara a calentar previo al duelo contra los Giants del jueves.
Cd. de México.- Un pequeño bateador se plantó en la pradera central del Dodger Stadium antes que cualquier otro miembro de la organización saltara a calentar previo al duelo contra los Giants del jueves. Frente al infante se encontraba el dueño de la curva más peligrosa de esta generación en el beisbol de Las Mayores.
Se trataba de Charley Kershaw, quien conectaba las pelotas que salían de prodigioso brazo izquierdo de su padre, quien minutos antes dio a conocer que esta será su última campaña en las Grandes Ligas. Este viernes, Dodger Stadium atestiguará la última apertura del tres veces ganador del premio Cy Young en la Liga Nacional y campeón de la Serie Mundial, Clayton Kershaw.
El veterano de 37 años dirá adiós al beisbol profesional tras 18 campañas, todas con la camisola de los Dodgers de Los Ángeles.
Dominante como pocos en la temporada regular, el fenómeno de Kershaw en la Postemporada será digno de análisis para los años venideros. Pocas veces un futuro miembro del Salón de la Fama se encuentra con dos facetas tan distantes como la que el zurdo texano.
A espera de sus dos últimas aperturas en la campaña regular, Kershaw presume una efectividad de por vida de 2.54; en los playoffs, donde una maldición lleva su apellido, el serpentinero tiene un infame porcentaje de carreras limpias permitidas (ERA) de 4.49.