Ciudad de México.- Sergio Pérez vuelve a la pista a bordo del Cavallino Rampante.

El piloto mexicano está convencido de que volverá al podio de la F1 con Cadillac, por lo que está enfocado en que la nueva escudería avance, por lo que Checo tomará el volante del SF-23 en el Autódromo Enzo e Dino Ferrari en Imola a partir de mañana.

En estos dos días de práctica, el tapatío comparará los datos obtenidos en el simulador del equipo con el desempeño del monoplaza rojo, que, si bien no será el que conduzca en 2026, sí cuenta con la unidad de potencia elegida por la escudería estadounidense.

“Tengo curiosidad por saber cuántas vueltas dará mi cuello antes de que se destroce. Pero es genial. Es una gran prueba y una gran manera de terminar el año antes de volver a subirme al automóvil el año que viene.

“Básicamente es un momento para que podamos reunirnos con los ingenieros, mecánicos, empezar a trabajar todos juntos, empezar a hablar el mismo idioma”, comentó Pérez a Reuters.
Por el trabajo que ha hecho el equipo y lo que el mexicano ha revisado, Checo aspira al podio.

En 11 años en la F1, Pérez registra 39 Top 3, de los cuales 3 fueron con Sauber, 7 con Force India/Racing Point y 29 con Red Bull, su última escudería antes de tomarse un año sabático.

“Sí, lo creo. Realmente lo creo (subir al podio con Cadillac). He estado en el podio con todos los equipos para los que he pilotado, excepto McLaren.

“Vamos a empezar en la parte de atrás, avanzando progresivamente. Pero en última instancia, en un futuro próximo, eso (el podio) es un objetivo”, agregó.