Es tiempo de oración y reflexión, asegura el Obispo Hilario González García.
Saltillo, Coah.- A quienes celebran la Semana Santa entre bailes y borracheras, el Obispo Hilario González García les recordó que deben vivirla de manera cristiana, pues es un tiempo para reflexionar y convivir sin excesos que pueden ser causa de accidentes y conflictos familiares.
“Hay que vivir la Semana Santa cristianamente, por eso es santa, porque vivimos cristianamente. Pues que seamos prudentes, reservados, que cuidemos nuestra manera de vivir, que nos demos tiempo más bien para la oración, para la reflexión, para convivir sanamente, sin excesos”.
Durante este periodo vacacional, es común que se incremente el consumo de bebidas embriagantes y que a la par aumenten los percances vehiculares y las riñas durante los convivios y bailes que se realizan en los llamados Días Santos, de ahí el llamado a mantener la cordura.
“Esta Semana Santa es semana cristiana, ojalá vivamos cristianamente, nos demos tiempo para la oración, para la reflexión, para convivir sanamente, sin excesos, con mucho cuidado”.
La mañana del domingo, el Obispo acudió a celebrar misa en el CERESO Femenil de Saltillo, para llevar a las internas un mensaje de esperanza, en un año en que la Iglesia Católica pide reducir la condena a personas presas.
“El Papa Francisco nos ha pedido en este Año Jubilar que nos acerquemos a grupos que pueden estar más vulnerables para la esperanza: los ancianos, los enfermos, los migrantes y entre ellos los presos, que veamos en ellos a Cristo también. Nos pide a los cristianos católicos que hagamos obras de misericordia”.
Estas acciones son dar de comer al hambriento, de beber al sediento, vestir al desnudo, visitar a los enfermos y visitar a las personas privadas de la libertad.
“Fue un ambiente muy familiar, muy a gusto, y, bueno, también invitar a los cristianos católicos a hacer pastoral penitenciaria, que en este Año Jubilar puedan hacer llegar la esperanza a los penales, a los presos”.
El Papa propone a los gobiernos dar amnistía o reducir las sentencias a personas presas, como un signo de perdón y reconciliación
“Acuérdense que, en la tradición judía, este Año Jubilar era también para perdonar las deudas, las deudas monetarias y las deudas de los esclavos o que se habían vendido para poder pagar su deuda. Retomando ese signo y que Jesús vino a liberar a los cautivos y a traer el perdón a los presos, ojalá se pueda hacer”.