Saltillo, Coah.- En el Parque Hundido asustan los vivos, los muertos y los santeros.

Los grafitis confirman la presencia de pandillas; y transitar en la oscuridad de la noche despierta los miedos de las leyendas que afirman, que por ahí deambulan las almas en pena.

Pero ahora, al temor de ser asaltado o espantado, se le suma la inquietud de ser parte de un “trabajo” de hechicería.

En un recorrido realizado por Grupo Zócalo se encontraron elementos propios de la brujería, que bien pueden ser un “amarre” o de un acto de venganza para que le vaya mal a una persona.

Y es que, ante la falta de alumbrado y vigilancia, y el estado de abandono en el que se encuentra este parque ubicado en la Calzada Madero, al lado del Hospital Universitario y a una cuadra del Panteón Santiago, las personas aprovechan para hacer de este sitio, su parque del terror.

Aunque las puertas están abiertas para recibir a los paseantes, cualquiera la piensa dos veces para entrar, pues entre las calles del Parque Hundido, que aún cuenta con abundante vegetación, puede uno encontrar su destino.