En las visitas pastorales que el obispo Hilario González García realiza por las parroquias y vicarías de la Diócesis de Saltillo, ha detectado desesperanza y preocupación por la situación económica y la salud.

“La gente quiere sentirse bendecida, quiere que le vaya bien, le pide a Dios eso. Bueno, pues un servidor como facilitador, mediador de esa bendición, pues invoco la bendición de Dios para todas las personas. Creo que hay este ánimo de la gente, de la bendición, queremos estar bien, decir bien con nuestra vida y pues ojalá que poco a poco vayamos creciendo en esa bendición que Dios nos da”.

Monseñor Hilario González emprendió una visita a las parroquias y vicarías de la Diócesis a su cargo, para revisar el trabajo que realizan y conocer el sentir de los creyentes, quienes expresan diversas preocupaciones.

“Casi todos tienen la cuestión de la salud, de estar bien físicamente; de estar bien afectivamente; la integración familiar, de llevarse bien. Si ha habido alguna ofensa, perdonarse; que los hijos crezcan bien en todos los aspectos, no solamente en lo físico o en lo académico, sino también en lo afectivo, en lo espiritual, en psicológico”.

Los feligreses también tienen el deseo de tener un buen trabajo, de tener los medios económicos para cubrir sus necesidades básicas y salir adelante, para lo cual recurren a la intercesión de San Judas Tadeo, el abogado de las causas difíciles.

“Estoy ahorita visitando las parroquias y rectorías que me faltan de aquí del centro, de la vicaría del Santo Cristo, algunas son parroquias, otras son vicarías como La Luz, Santo Francisco; hay parroquias como esta de Catedral, la parroquia de San Esteban”.

“Una visita pastoral significa hacia adentro de la Iglesia, conocer los grupos, los movimientos, las acciones que se hacen, pero también hacia afuera de la iglesia, lo que está alrededor de la iglesia”.

Las visitas pastorales las terminará para Semana Santa del próximo año.