Entre lágrimas inocentes y abrazos que buscan consuelo, un pequeño llamado “Lalito” se convirtió en el símbolo de un dolor que atraviesa generaciones
Saltillo, Coah.- Entre lágrimas inocentes y abrazos que buscan consuelo, un pequeño llamado “Lalito” se convirtió en el símbolo de un dolor que atraviesa generaciones.
Con un ramo de flores que parecía enorme entre sus pequeñas manos, llegó hasta la capilla donde descansan sus primitos, Jordan y Cami, para despedirse con palabras que desgarraron el corazón de todos: “Los voy a extrañar y los quiero mucho”.
La tragedia que arrebató la vida de los hermanitos no solo dejó un vacío entre adultos, sino que también rompió la alegría de aquellos con quienes compartían risas, juegos y sueños.
En las capillas ubicadas en Aldama y Emilio Carranza, donde son velados, no sólo hay familiares y amigos, sino también decenas de saltillenses que, conmovidos por el dolor ajeno, se han acercado a acompañar en el silencio y en la oración.
La familia Meza Reyes enfrenta uno de los momentos más dolorosos de su vida, arropada por muestras de cariño y apoyo económico que llegan de manos solidarias, intentando mitigar, aunque sea un poco, la profunda herida que les dejó el amanecer más oscuro de sus vidas.