El Presupuesto de Egresos de la Federación 2026 confirma lo que muchos advertimos: el gobierno federal de Morena rompió el pacto federal y concentra el dinero en la Ciudad de México, mientras los estados cargan con más responsabilidades y menos recursos.
El Presupuesto de Egresos de la Federación 2026 confirma lo que muchos advertimos: el gobierno federal de Morena rompió el pacto federal y concentra el dinero en la Ciudad de México, mientras los estados cargan con más responsabilidades y menos recursos.
Aunque el documento presume incrementos en el Ramo 28 (Participaciones Federales) y en el Ramo 33 (Aportaciones Federales), la realidad es otra. El llamado aumento del 5% en participaciones y 2.7% en aportaciones queda pulverizado por la inflación y los mayores costos operativos. En los hechos, las entidades federativas recibirán menos poder de gasto real, lo que pone en riesgo servicios básicos como la seguridad pública, el mantenimiento urbano y la atención médica y educativa.
El Ramo 28, dinero de libre disposición que los estados pueden usar para operar y mantener servicios, ha sido reducido a una herramienta política del gobierno federal. Y el Ramo 33, que debería fortalecer áreas vitales como salud, educación e infraestructura social, permanece congelado en montos obsoletos, sin reconocer los costos actuales de medicinas, energía o materiales.
“Mientras el país se endeuda como nunca, Morena castiga a los estados que trabajan y premia a los que se someten. Esa es la verdad detrás de este presupuesto”, advirtió el diputado federal Marcelo Torres Cofiño.
En Coahuila, el impacto será directo: menos margen para fortalecer policías, atender hospitales, invertir en agua potable o infraestructura social. Todo, mientras el gobierno federal destina miles de millones de pesos a Pemex, a obras faraónicas y a un aparato burocrático ineficiente.
Este presupuesto no es de nación, es de sumisión. Morena le llama “transformación”, pero lo que está haciendo es asfixiar la autonomía de los estados, debilitar el federalismo y perpetuar el control político desde el centro.
“Coahuila seguirá de pie, trabajando, innovando y defendiendo a su gente, aunque la Federación nos dé la espalda. Aquí no pedimos favores: exigimos respeto, equidad y justicia presupuestal”, concluyó Torres Cofiño.