La Fiscalía del estado investiga un nuevo caso de fraude que además es una alerta sanitaria, con la venta de colchones en estado sumamente deteriorado
Saltillo, Coah.- Una nueva modalidad de fraude encendió las alertas entre consumidores, luego de que a través de redes sociales se detectara la venta engañosa de colchones supuestamente nuevos, los cuales, al momento de la entrega, resultan ser colchones usados, deteriorados e incluso rotos, con posibles riesgos graves para la salud de quienes los adquieren.
De acuerdo con la denuncia, los presuntos responsables se anuncian en Facebook mediante un perfil identificado como María de Jesús Durán, donde ofertan un colchón matrimonial “de remate” por un precio atractivo de mil 850 pesos, más 50 pesos por envío a domicilio; la publicación promete un producto en óptimas condiciones, lo que motiva a las víctimas a concretar la compra.

Un aspecto clave del engaño ocurre al momento de la entrega: el colchón aparenta ser completamente nuevo, ya que llega empaquetado en plástico y con sellos que ocultan los daños más visibles.
Es únicamente cuando el comprador lo abre que se descubren roturas, manchas, deformaciones y señales evidentes de uso, dejando en claro que no se trata de un producto nuevo, sino de uno reacondicionado de forma fraudulenta.

Esta práctica no solo representa un perjuicio económico, sino también un riesgo sanitario, pues los colchones usados pueden albergar ácaros, bacterias, hongos, chinches y otros agentes patógenos, capaces de provocar alergias severas, infecciones cutáneas, problemas respiratorios y afecciones crónicas, especialmente en niñas, niños, adultos mayores y personas con sistemas inmunológicos vulnerables.
Los vendedores se trasladan en una camioneta Chevrolet Captiva color blanca, la cual porta placas sobrepuestas del estado de Nuevo León; la matrícula SNF-552-B corresponde en realidad a un vehículo Renault modelo 2013, lo que refuerza las sospechas de una operación deliberada para evadir la identificación y responsabilidades legales.

Ante estos hechos, la Fiscalía General del Estado de Coahuila abrió una carpeta de investigación al configurarse el delito de fraude, además de posibles faltas adicionales relacionadas con el uso de placas falsas y la puesta en riesgo de la salud pública.