Ciudad de México.- El Pleno del Senado aprobó en lo general, con 85 votos a favor, 39 en contra y 1 abstención, las leyes secundarias del proyecto para establecer un nuevo modelo energético para el país y fortalecer a Petróleos Mexicanos (Pemex), así como a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como empresas públicas del Estado.

El dictamen expide la Ley de la Empresa Pública del Estado, de la Comisión Federal de Electricidad; la Ley de la Empresa Pública del Estado, de Petróleos Mexicanos; la Ley del Sector Eléctrico; Ley del Sector Hidrocarburos; Ley de Planeación y Transición Energética; Ley de Biocombustibles; Ley de Geotermia; y la Ley de la Comisión Nacional de Energía.

Además, reforma diversas disposiciones de la Ley del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo; y modifica, adiciona y deroga diversas disposiciones de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.

Senadores del PRI desplegaron una manta en el Salón de Plenos donde se mención que con el PRI en 2018 el precio de la gasolina era de 18.50 pesos y en Morena en 2025 de 27.01 pesos.

Mientras la vicecoordinadora priista Carolina Viggiano exponía su voto en contra de las leyes, la morenista Laura Itzel Castillo le dijo que los datos de la manta eran una “mentira”, porque aseguró que “cuando salió Calderón la dejó en 18.50, pero que cuando salió Peña la dejó en 26.10 y el presidente Andrés Manuel López Obrador, la bajó a 24.15, es decir, el 5% para que por favor, si sabe eso corrija”.

Viggiano respondió que “lo único que está cierto es que el expresidente prometió poner la gasolina en 10 pesos. Ese fue uno de los factores por los que ganó la elección con esa gran mentira y lo único real hoy es que la gasolina cuesta 27 pesos en promedio. Esa es la única realidad”.

Durante casi cinco horas de debate, los legisladores de Morena y aliados se confrontaron con la oposición, y al final solicitaron que la votación del dictamen se dividiera debido a que contaba con 10 ordenamientos.

Los morenistas colocaron en sus escaños letreros donde se leía: “El petróleo es de la nación y lo que se hace con el es de interés nacional”… “Hoy se termina con años de saqueo”… mientras que la oposición respondió de la misma manera: “Con Morena no bajó la gasolina, la luz, el gas”… “Morena subió el precio de la luz”.

Antes, la presidenta de la Comisión de Energía, Laura Itzel Catillo Juárez, explicó que con estas reformas se fortalece el carácter público de Pemex y la CFE, en cuya legislación se establece que sus actividades no serán consideradas de ninguna manera como monopólicas, en beneficio del pueblo de México.

Señaló que también se constituye la trazabilidad de las estructuras y actividades de estas dos empresas para extinguir a las empresas productivas subsidiarias, para convertirlas en empresas “verdaderamente productivas”, pero con carácter público y no mercantil.

La senadora subrayó que, con este modelo, que deriva de una iniciativa que presentó la titular del Ejecutivo Federal, Claudia Sheinbaum Pardo, se mantendrá al menos el 54 por ciento del promedio de generación de energía que se inyecta a la red del sistema eléctrico nacional, que proveerá al pueblo de electricidad a menor precio posible, con lo que se evita el lucro y se incorpora por vez primera el concepto de justicia energética.

Indicó que se tiene el objetivo de otorgar a Pemex preferencia en la determinación y elección de asignaciones para exploración y extracción de hidrocarburos, así como la potestad de elegir el esquema de inversión, ya sea como desarrollo propio o proyectos mixtos, mediante procedimientos transparentes como concurso abierto para la selección de los participantes.

Un punto fundamental de los cambios, destacó, radica en el fortalecimiento de las finanzas de Petróleos Mexicanos y la reducción de su carga fiscal, a través del denominado derecho petrolero para el bienestar, lo que simplifica en un sólo impuesto los derechos de exploración, extracción y utilidad compartida.

Al adelantar su voto a favor, el senador del Partido Verde, Waldo Fernández dijo que “hoy nos enfrentamos al reto de cumplir con los proyectos y metas establecidas para este sexenio y el Estado, a través de sus empresas públicas y con el acompañamiento siempre bienvenido de la iniciativa privada, podemos alcanzarlos, pues estos participarán con el 46 por ciento del mercado. Ya lo dije antes, casi 60 millones de posibles clientes, y aprovecho también para disipar algunas dudas que ha generado este debate. Se ha dicho que estas reformas provocarán la caída de la producción nacional y que se violenta el T-MEC”.

Miguel Márquez, senador del PAN, indicó que estas leyes serán “un error que nos va a costar muy caro no sólo económicamente, sino en términos de salud pública, en términos de

la vida de cada una de nuestras hijas e hijos a lo largo de su historia. Este no es el camino, lo que México necesita es una reforma energética basada en principios sólidos, sí a la rectoría, pero también sí a la competencia, sí a la transparencia, sí al cuidado del medio ambiente, sí a la sostenibilidad y, sobre todo, a la justicia social”.

El coordinador del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda dijo que los cambios en materia de transición energética y energías limpias parecen mucho más actos de buena voluntad que un compromiso vinculante.

“En síntesis, la reforma no da claridad de cómo se logrará la prevalencia de la CFE y de Pemex. La reforma no combate la corrupción, al contrario, otorga mayor flexibilidad en las asignaciones de contratos. El diseño institucional de las empresas del Estado no aminora el riesgo ni da garantías para obtener energía más barata, limpia y accesible o para frenar la corrupción. Por eso, en Movimiento Ciudadano no podemos acompañar este paquete de reformas”. Subrayó.

El coordinador del PRI, Manuel Añorve mencionó que su bancada no acompañará estas leyes, “porque a todas luces se contradice” lo que el oficialismo gritaba a los cuatro vientos en el 2013.

“Me viene un dicho popular que no es lo mismo ser borracho que cantinero. Déjenme decirles qué es y cuáles son las incongruencias de esta reforma del 2025 y qué tanto criticaba en el 2013. Al final resultó que la privatización no era tan mala porque aquí escucho discursos que dicen que no a la privatización y siempre y cuando hoy la manejen ustedes y sus aliados. Escuchaba en ese entonces que se estaba vendiendo el petróleo y la electricidad a extranjeros y que se entregaría, decía, la soberanía energética”, añadió.

La senadora del Partido del Trabajo, Geovanna Bañuelos mencionó que durante los periodos neoliberales se promovió la fragmentación y debilitamiento de amabas paraestatales, favoreciendo al capital privado.

“Con la reforma que discutimos, se busca revertir estas consecuencias. Si bien el presidente Andrés Manuel López Obrador fue quien dio el primer paso en esta segunda etapa de la Cuarta Transformación, y bajo la tutela de nuestra presidenta Claudia Sheinbaum haremos realidad la soberanía energética para las y los mexicanos, reafirmando el papel del Estado como rector y garante de este sector”. añadió.

Información de Milenio.