De Juárez al Palacio de Bellas Artes, y de Los Pinos a Miraflores, Juan Gabriel supo ganarse el afecto de presidentes y gobernadores sin dejar de ser el artista del pueblo.
El ‘amor eterno’... de Juan Gabriel por la clase política nunca fue un secreto. Más allá de ser un ícono de la música popular mexicana, detrás de su voz y su carisma, existió también un personaje que supo moverse con habilidad entre la farándula, los medios y la política.
En una industria donde la visibilidad lo es todo, ‘El Divo de Juárez’ entendió que la cercanía con el poder podía abrir puertas antes cerradas. Su célebre presentación en el Palacio de Bellas Artes en 1990 —hasta entonces un espacio reservado para la música clásica— marcó un antes y un después, y coincidió con el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, con quien mantenía una amistad y reconocimiento mutuo.
Pero a lo largo de su carrera, el cantante también cruzó caminos con otras figuras relevantes de la esfera política nacional y hasta extranjera: La exprimera dama Marta Sahagún, los exgobernadores César Duarte y Roberto Borge, e incluso con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Aunque la naturaleza de esos vínculos variaba entre la amistad, el apoyo institucional o mera coincidencia en eventos públicos, estos ejemplos ilustran la manera en que Juan Gabriel se convirtió en un punto de encuentro entre el espectáculo y el poder.
El vínculo entre Juan Gabriel y Carlos Salinas de Gortari es el más documentado y, quizá, el que más influyó en su carrera. En entrevistas y reportajes, el cantante habló abiertamente de su simpatía por el expresidente, a quien describió como “inteligente y sano de pensamientos”.
Y es que por primera vez, un artista de música popular pisaba el máximo escenario cultural de México, un gesto que no solo significó la apertura hacia las clases populares, sino también un triunfo artístico para Juan Gabriel.
He terminado de ver toda la docuserie de Juan Gabriel en Netflix. Se los recomiendo.
— Alberto Tavira (@betotavira) October 31, 2025
Y les comparto esta joya de cuando “El Divo de Juárez” le agradece su asistencia al concierto de Bellas Artes a la esposa de Carlos Salinas de Gortari, Cecilia Occelli. pic.twitter.com/v10epYDU7Z
Con Marta Sahagún, esposa del expresidente Vicente Fox, Juan Gabriel mantuvo una relación cercana y amistosa. En entrevistas posteriores a la muerte del cantante, Sahagún habló con cariño de él, subrayando una conexión “profundamente humana” más que política.No obstante, su presencia en eventos privados del entorno presidencial reavivó la conversación sobre su cercanía con Los Pinos.
Crónicas de medios locales documentan la amistad de Juan Gabriel con gobernadores como Roberto Borge, de Quintana Roo. En varios eventos privados, el cantante fue invitado especial e incluso compartió escenario improvisado con el exmandatario.
También hay registros de su relación con el exgobernador de Chihuahua, César Duarte, a quien conoció en el marco de presentaciones y homenajes en el norte del país.

El nombre de Francisco Labastida Ochoa, exsecretario de Gobernación y candidato presidencial en el 2000, también aparece ocasionalmente vinculado a Juan Gabriel.Columnas políticas y crónicas culturales de aquel año señalan que el ‘Divo de Juárez’ llegó a expresar su simpatía y apoyo al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y a la campaña de Labastida por la presidencia.
Este tipo de señalamientos acompañaron durante años al cantante, quien —sin entrar en polémicas— prefería responder con ironía: “Yo canto para todos”. Aunque en declaraciones posteriores, el artista admitió que su respaldo era más bien un “intercambio” para que el gobierno redujera su deuda con Hacienda.
“Yo estaba apoyando al PRI y siempre me prometían que las cosas se iban a resolver, que por doscientos mil pesos que no pagué hace un tiempo por no saber... entonces siempre utilizan al artista. También me ofrecieron porque obviamente era un intercambio”, dijo para el programa Primer Impacto.
Con información de El Financiero