Llega otra caravana; descansa de travesía

Monclova, Coah.- Una nueva caravana de alrededor de 40 venezolanos, entre ellos algunos menores de edad, arribó a la ciudad, y debido a que tuvieron que caminar toda la noche por la carretera Monclova-Monterrey, se encontraban sumamente agotados y descansaban al norte de la carretera Federal 57 para agarrar fuerzas y seguir su camino hacia Estados Unidos.

Jorge Karawish, uno de los integrantes de la caravana, reveló que el autobús en el que venían procedentes de Monterrey, Nuevo León, estuvo a punto de incendiarse, pues se descompuso en la noche y como no tenía luces intermitentes, el chofer prendió fuego a una llanta vieja para que otros automovilistas vieran que la unidad se encontraba parada.

Explicó que el fuego provocó que casi se incendiara el autobús, se generó mucho humo que afectaba a todos, principalmente a los niños.

Dijo que tuvieron que permanecer en la carretera por más de tres horas esperando otro autobús, y una vez que llegó subieron a él, pero al llegar a Coahuila la unidad fue detenida en un retén de seguridad y los bajaron, ante lo que tuvieron que caminar de noche alrededor de 50 kilómetros hasta Castaños.

Y es que aunque el operador del autobús les dijo que más adelante los recogería, les mintió, nunca fue por ellos, a pesar de que pagaron su pasaje para llegar a Ciudad Acuña.

Comentaron que de Castaños caminaron a Monclova y después a la salida norte de la ciudad, donde se pusieron a descansar en el exterior de una tienda de conveniencia, pues dijeron que preferían caminar de noche que de día para no exponerse al calor y los fuertes rayos del sol.

Tal como lo hicieron otros migrantes, se cuestionaron el motivo por el que las autoridades no les permiten viajar en autobús en Coahuila.

Manifestaron que ya no tienen dinero ni para comer, ante lo que llamaron a la ciudadanía a que los apoye con alimentos y agua, pues buscan cumplir con su sueño de llegar a Estados Unidos.

Y es que señalaron que en Venezuela no tienen futuro, pues los salarios que pagan son muy bajos, un promedio de 5 dólares al mes, lo que no alcanza para nada, además de que tampoco hay medicinas.

“Dejamos Venezuela porque allá no hay futuro para nosotros y nuestros hijos, no nos queremos quedar en México, queremos llegar a Estados Unidos”, destacó Jorge Karawish, quien viaja en la caravana acompañado de su esposa y sus dos pequeñas hijas.