Monclova, Coah.– Los ganaderos del norte de México atraviesan una nueva crisis tras el cierre de la frontera estadounidense para la exportación de becerros, por lo que exigieron al gobierno federal el cierre de la frontera sur para evitar el gusano barrenador proveniente de Centroamérica.

Arturo Valdés, empresario ganadero de la Región Centro, manifestó su preocupación por el impacto económico que esta situación representa, ya que la venta de ganado a Estados Unidos significa ingresos hasta dos veces mayores que en el mercado nacional.

"Mientras en el mercado estadounidense el kilo se cotiza en 160 pesos, en México apenas alcanza los 80 pesos", señaló.

El sector ganadero responsabilizó al gobierno federal por la falta de medidas enérgicas para contener el avance de esta plaga desde la frontera con Guatemala.

Indicó que la situación se agravó con la detección de casos en estados como Veracruz, Tabasco y Campeche, evidenciando la insuficiencia de los controles sanitarios actuales.

Los productores, que ya enfrentan los efectos de una sequía extrema en el norte del país desde hace más de seis años y la eliminación de apoyos gubernamentales del sexenio anterior, hicieron un llamado a la presidenta Claudia Sheinbaum para que atienda al sector primario.

Arturo Valdés advirtió que el problema no solo afecta a la salud animal sino también a la humana, lo que podría derivar en consecuencias más graves si no se toman medidas inmediatas.