‘Helene’ se debilita a tormenta tropical y deja al menos 23 muertos

Florida.- El huracán Helene se debilitó a tormenta tropical a medida que avanzó tierra adentro sobre Georgia el jueves por la noche, después de tocar tierra a lo largo del noreste de Florida. La tormenta ha dejado al menos 23 muertos en cuatro estados del sudeste.

Una marejada ciclónica sin precedentes, inundaciones, daños estructurales y decenas de residentes atrapados en sus viviendas han dejado el sudeste en un estado desolador tras la llegada de Helene el jueves por la noche a lo largo de la costa noroeste de Florida como un poderoso huracán categoría 4.

Helene continuó su camino de destrucción a través de Georgia y las Carolinas el viernes a medida que los residentes se preparan para lo peor. De los 23 fallecimientos reportados, ocho ocurrieron en Florida de acuerdo a las autoridades, 11 en Georgia, dos en Carolina del Sur y dos en Carolina del Norte.

Aunque se degradó a tormenta tropical el viernes, Helene continúa representando una amenaza a medida que comienzan los esfuerzos de búsqueda y rescate para algunos residentes de edad avanzada que no evacuaron. En Cedar Key cerca de donde tocó tierra Helene, los patrulleros comenzaron a remover árboles de las carreteras principales desde la madrugada para mantener el acceso para los equipos de emergencia.

En su más reciente aviso, el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. advirtió que Helene continúa trayendo “vientos dañinos e inundaciones que ponen en peligro vidas en porciones del sudeste y sur de los Apalaches”.

Si bien la capital de Florida, Tallahassee, evitó un impacto directo ya que la tormenta se desvió ligeramente hacia el este, otras capitales estatales como Atlanta, Georgia permanecen bajo vigilancia de inundaciones repentinas para el área metropolitana según el NHC.

Más de 2,5 millones de personas en el sudeste de EE.UU. enfrentan esta amenaza, mientras que los apagones han afectado a más de 4 millones de clientes, según poweroutage.us.

Hasta el viernes, la tormenta tropical se ubicaba a unos 60 km al suroeste de Clemson, Carolina del Sur y a unos 130 km al noreste de Atlanta, Georgia, con vientos máximos sostenidos de 95 km/h y desplazamiento hacia el norte a 40 km/h. Las autoridades temen significativos daños por marejada ciclónica a lo largo de porciones de la costa de Big Bend en Florida donde las inundaciones han alcanzado niveles sin precedentes.