Inundan festivales al país con una marea de marcas; crece demanda musical

Ciudad de México.- Un boom de festivales musicales se expande por todo México, pero realmente no se debe a la gran demanda de boletos del público.

Según promotores, empresarios y agentes de talento consultados por Gente, son las marcas que patrocinan los conciertos las que realizan la curaduría de sus carteles, basadas en algoritmos propios para analizar qué figuras funcionan con sus estrategias de mercadeo, consumo y redes sociales.

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Hay dos vertientes para hablar de este tema. Uno: ya hay muchas marcas patrocinadoras que han probado que la música y la configuración de un festival es un negocio accesible y lo usan como posicionamiento de su nombre; son las que dan el capital, lo más importante.

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Dos: el público ha pedido una experiencia más completa, con precios que demanden dos o tres nombres muy fuertes, y eso lleva a que se hagan festivales a gran y pequeña escala en todo el País, lo cual resulta accesible incluso para los artistas, ya que su show es más corto y cobran lo mismo”, dijo, en anonimato, un empresario que promueve shows en distintos puntos del País.

CDMX, Guadalajara, Monterrey, Querétaro, Veracruz, Puebla y Tijuana son ciudades punteras como sedes de eventos masivos con parrillas de al menos 10 artistas nacionales e internacionales.

Este 6 de julio, en el Parque Fundidora, Monterrey, Los Bunkers y Jumbo, entre otras bandas, encabezarán el Miller Lite Grill Together 2024.

Del 15 al 17 de noviembre, en el Autódromo Hermanos Rodríguez será el Corona Capital, con el cartel más variado y voluminoso del año, encabezado por Paul McCartney, Green Day y Shawn Mendes, entre otros.

A la vez, el 16 y 17 de ese mes, en la explanada del Estadio Akron tendrá lugar el Dreamfields, con DJs como Carl Cox y Paul van Dyk. 

Este segundo semestre del año habrá al menos una decena de festivales así en grandes foros nacionales. Depende de la interacción que genera cada estrella con el público (futuro anunciante) el capital que aportarán las empresas.

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Hay un sistema de análisis de datos e información que es alimentado con posibilidades y conteos de impacto positivo. Si proyectas a un artista, si hay cierto tipo de patrocinio, si hay cierto tipo de publicidad, te arroja un resultado de probabilidades monetarias y un porcentaje único en cantidad: ‘te doy millón y medio de pesos para este festival…’.

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Es lo que dice la marca al empresario, y así comienza su aventura de negocios. De esta manera estructura su festival y va sumando o restando estrellas”, destacó un promotor.

Por esa razón, refresqueras, cerveceras, aseguradoras y bancos vinculan su nombre a festivales y venues de espectáculos.

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Se dieron cuenta de que con el capital direccionado de forma adecuada podían generar más dividendos. Saben cómo generar una experiencia y por eso la gente se engancha.

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El patrocinador mayoritario se apoya en las marcas de consumo. El impacto no es sólo económico, sino digital, mercadológico y de experiencia del cliente. Se asocia con una experiencia positiva”, indicó un broker de industria, que representa a una financiera que ejecuta órdenes de compra y venta.

DATOS HABLAN

Aunque hay un sector, que no es el mayoritario, de consumidores de conciertos con poder adquisitivo, el sostén de esta tendencia festivalera es el patrocinio.

Los patrocinadores aglutinan en su megadata información y herramientas de Meta, YouTube, Apple Music for Artists, Deezer y Spotify for Artists, entre otras, y lo comparan con el mayor sistema de información, Chartmetric. Es entonces cuando estudian qué artistas son propicios a un mejor sistema de popularidad, comportamiento de marca y rentabilidad digital.

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Este trabajo en conjunto lo tienen las grandes empresas patrocinadoras y lo traen como modelo de Estados Unidos. Analizan el impacto de los cantantes propuestos para festivales y la posible interacción con la audiencia.

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Al principio se creía que el que tenía millones de seguidores generaba más impacto, pero con el tiempo se corrigió: hay gente con muchos menos seguidores (pero) con usuarios que sí compran boletos o experiencias, y gente con millones cuyos seguidores todo lo quieren gratis, por eso es la combinación de factores”, detalló un analista.

Este mismo sistema lo usan las compañías de streaming y televisión.

Las cinco mayores promotoras de conciertos y festivales de México, Ocesa, Zignia Live, Apodaca, Music Vibe y Serca, operan según el modelo descrito con patrocinadores.

Ambas partes buscan establecer un festival fuerte y prestigiado sin importar su cartel, sino que se venda solo por la pura experiencia.

Hay empresas afines, como TikTok, YouTube, Deezer, Vevo, Sony Music, Instagram, X y Google, por citar algunas, que participan con su contenido y elenco para abonar a la experiencia junto con los patrocinadores.

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El festival ya no es sólo quién canta y lo que canta, sino lo que ofrecen en lugares para fotos, lo que vivieron y lo que tomaron; el público cautivo, de 37 a 57 años, va por el artista y la bebida. El público receptivo o variable, de los 23 a los 33, se enfoca en la experiencia que sube a sus redes.

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El público analista o surf, que va a ver qué pesca, es el más difícil y le interesa lo alternativo: la moda, la convivencia, a quiénes conoce y los artistas alternativos, no los famosos”, comentó un experto de marketing entrevistado.