El pequeño Leo, hijo único y primer nieto de la familia Mendoza, era conocido por su alegría y simpatía en el barrio.
Ramos Arizpe , Coah.- La comunidad de Ramos Arizpe se vio conmocionada por la trágica muerte de Edgar Leonardo “Leo”, un niño de apenas cinco años que falleció en la casa de sus abuelos, ubicada en la colonia Analco.
El pequeño Leo, hijo único y primer nieto de la familia Mendoza, era conocido por su alegría y simpatía en el barrio. Su sonrisa iluminaba los días de quienes lo rodeaban.
La tragedia ocurrió cuando una loza cayó sobre él mientras veía televisión en la sala de la casa de sus abuelos donde solía descansar. El impacto fue fatal, y el pequeño falleció instantáneamente, relataron vecinos que no daban crédito a lo ocurrido.
La noticia de su muerte se propagó rápidamente por la comunidad, y amigos, familiares y vecinos se reunieron en la casa de los abuelos para ofrecer condolencias y apoyo, además de constatar con propios ojos las ruinas del domicilio afectado por una explosión.
Después de que la policía retirara el acordonamiento, la gente se acercó a observar las ruinas de lo que apenas horas antes era un hogar feliz. La escena era desoladora, y la tristeza se podía sentir en el aire.
La familia de Leo se encuentra en estado de shock y duelo, y la comunidad de Ramos Arizpe se une para brindarles apoyo y solidaridad en este momento tan difícil.
“Leo era un ángel, siempre sonreía y nos llenaba de alegría”, expresó una vecina. “Su muerte es una gran pérdida para nuestra comunidad ya que siempre lo veíamos incluso era fiel acompañante de su tío Chuy que lo cuidaba como a un hermano, es más como un hijo”.
Los testigos explicaron que al momento de escuchar el estruendo provocado por la explosión salieron a ver, sin emabrgo no imaginaban de que tamaño sería la tragedia hasta que paramédicos y elementos de Protección Civil lograron el rescate de un hombre y una mujer, sin imaginar que la peor parte estaría por llegar.
“¿Dónde esta mi hijo?, gritó Paola, madre del menor, lo que movilizó a los paramédicos para encontrar el cuerpecito de quien no soportó el impacto de una loza que le cayó encima.
Por espacio de cuatro horas el cuerpo del pequeño niño permaneció al interior de una ambulancia para posteriormente ser trasladado al Servicio Médico Forense en una carroza fúnebre, que iba seguida por otro vehículo donde iba Paola, madre del niño.